viernes, 29 de octubre de 2021

Lección 68, Séptimo Grado, Segunda Orden

 "Maestro, maestros y maestros certificados"


De vuelta con los maestros.


Los que llevan siguiéndonos un tiempo conocen, de sobra, lo que consideramos como Maestro, dentro de un contexto determinado.


Como Maestro iniciático solo aceptamos al Maestro Interno, Maestro interior, Ángel Guardián o Christos.


Dicho lo cual, también entendemos que durante nuestra travesía por la Vida, nos encontramos con una multitud de maestros y de los cuales aprendemos cada día. Nuestros vecinos o compañeros de trabajo, nuestros sobrinos y mascotas. Nuestras parejas y hasta nuestros enemigos. De todos tenemos que aprender algo y por lo tanto, de algún modo, podemos considerarlos como nuestros maestros.


De estos últimos, podemos hacer mención de aquel que hemos tenido en mayor estima y que ha podido marcarnos la vida para siempre. Pues bien, cuando nos referimos a alguien concreto, con nombre y apellidos, estamos refiriéndonos a ese tipo de personas y con ello no queremos compararlo con nuestro Maestro Interno; el único que tiene potestad para iniciarnos; es decir, para tomar el control de nuestras vidas desplazando al temporal y virtual ego.


También tenemos a los maestros certificados, diplomados, licenciados y doctorados; pero ellos, a nivel personal, jamás serán considerados como nuestros maestros si no han supuesto un cambio trascendente en nuestra visión vital. La cuestión es realizar una retrospección e intentar descubrir a quién podemos considerar nuestro Maestro Externo. Ese que, gracias a su consejo o ejemplo de vida, propició que nos pusiéramos en contacto con el Maestro Interior, el único y verdadero Maestro.


Respecto a los maestros ascendidos y canalizados, ya hemos hablado en múltiples ocasiones.


Para terminar hacemos referencia al término de Maestro dentro del contexto del Colegio Invisible de la Rosacruz, basado en lo expuesto en los primitivos y originales manifiestos rosacruces.


En éste sentido, un Maestro de la Rosacruz, yo aún no conozco a alguno, puede tener decenas, cientos o miles de alumnos; es decir, estudiantes rosacruces o estudiantes de la Rosacruz. La cosa cambia cuando repetimos, dentro de este contexto, indicamos que un Maestro Rosacruz solo puede tener un único Discípulo así como cada Discípulo puede tener un único Maestro Rosacruz. Eso está estipulado en los libros fundacionales y que yo sepa, a día de hoy, nadie lo ha podido cambiar.


Nos da lo mismo que Pepito Pérez o Alberto Mejía, digan lo contrario. Eso son hechos que están escritos y no parece que haya más que hablar.


La confusión proviene del Término Discípulo y que no debiera, nunca, confundirse con el término de estudiantes. Estudiantes somos todos, incluidos los discípulos y los maestros; pero Discípulo solo puede haber uno por Maestro, dado que Discípulo es aquel Estudiante Rosacruz que el Maestro ha escogido para transmitirle no solo su Conocimiento, sino también su heredad, incluidos biblioteca y utillaje mágico, ritualístico y místico.


Discípulo, en dicho sentido, no es un Grado de una determinada Escuela, llámese como se quiera y hállase fundado por quién quiera que fuese.


Del mismo modo que en español existen varios significados para una sola palabra, así el término Discípulo puede significar varias cosas, entre ellas, el grado de una determinada Escuela o la de aquella Persona que asiste a un Maestro y que será el heredero de su Legado místico espiritual.


La concepción de Maestro y Discípulo que haya expuesto, en la Historia, un determinado individuo hay que tenerla en consideración; pero sin que llegue a convertirse en Dogma de Fe; dado que no existe nadie infalible por muy alto que nosotros lo hallamos colocado en un pedestal. A poco que se indague en la Historia de muchos iniciados considerados como maestros, podemos encontrar muchas miserias. Miserias que podrán observarse con facilidad a menos que ocultemos nuestra mirada tras las lentes tintadas del fanatismo.


Aralba Pensator Minister, Frater R+C