martes, 2 de noviembre de 2021

Lección 96, Séptimo Grado, Segunda Orden

 Séptimo Grado, Segunda Orden "Adepto Liberado":

"Calumnia, la Herramienta para convertir al Héroe en Villano"


-Tú calumnia, que siempre algo queda-


¿Qué puede importar lo que los demás digan de nosotros, si Dios todo lo ve?


La Historia, al estar escrita por los vencedores, ha dejado retratados para la posteridad, a muchos villanos como héroes y a algunos héroes como villanos.


La Calumnia es como una arma invisible cuya munición es imposible verla llegar y cuando impacta es ya demasiado tarde y nada podemos hacer.


La Calumnia se da, dentro de la familia, entre parientes que se odian, en los colegios entre alumnos que se envidian, en el trabajo entre operarios que desean prosperar a costa de la desgracia de otros, en las guerras desacreditando al Enemigo con bajezas de falsa bandera, entre gentes de un mismo vecindario por váyase usted a saber, por envidia, odio, ganas de hacer daño, ignorancia…; pero el daño por calumnia es irreversible y deja visiblemente dañada, de forma temporal, a la Persona calumniada.


El daño realizado por la calumnia es siempre temporal, aunque pueda prolongarse por siglos en la Historia; pero cuando la Historia deje de ser, la calumnia habrá desaparecido; pero los calumniadores, temporalmente invisibles, aún cuando, temporalmente, no hubiesen sido descubiertos, siempre llevarán consigo la mochila de su bajeza realizada y, en algún instante, serán descubiertos y señalados.


Desgraciadamente, la calumnia es algo muy habitual en los ámbitos de Inteligencia internacional, incluso para desacreditar el gobierno de países enteros y así provocarles un bloqueo económico, desestabilizar los y, en último término, declararlos la guerra con tal de destruirlos o doblegarlos para que, con sumisión de perdedores, hagan lo que el calumniador vencedor desea.


El significarse o ser famoso en cualquier medio, aunque no signifique que ese alguien sea una persona pudiente y adinerada, convierte a los individuos en blancos vivientes de los acechantes calumniadores.


Pero ¿qué es calumniar?, decir de alguien alguna cosa que no es cierta con el fin de hacerle daño y/o sacar un beneficio de algún tipo. Se puede calumniar por el mero hecho de hacer daño o por simple ignorancia. Sí, porque también estamos calumniado cuando elevamos a ciertas personas a los altares, de firma engañosa, sin ser ciertas sus heroicidades. Con el tiempo, esos falsos héroes, al ser descubiertos, son derribados de su inventado pedestal, cuando ellos jamás quisieron ser héroes.


Significarse, en ésta Vida, supone convertirse o ser convertido, por la voluntad de otros, en héroes o villanos.


Por sus Obras los conoceréis, acordaos de esta palabras "por sus obras" y no por lo que hayas oído que se dice de ellos. Esa información que te llega puede ser verdadera; pero generalmente es falsa, siendo la munición de la calumnia. La Calumnia es el retrato más vil para la Persona que la lleva a cabo y es señalada; pero hay veces que no hay forma de descubrir al calumniador, pues se esconde, al acecho, entre las sombras, esperando el mejor momento para "tirar la piedra y esconder la mano", con la finalidad de nunca ser descubierto.


En la Era de la Información electrónica, de Internet, es muy fácil el que los calumniadores profesionales pasen desapercibidos, pues están enmascarados bajo el ladino y sibilino anonimato virtual. En caso de que esa calumnia suponga una pérdida importante de emonumentos pecuniarios, la denuncia ante las autoridades se hace obligada y necesaria; pero ¿qué sucede cuando solo está en juego el prestigio de una Persona?, pues eso depende, "todo depende", de las ganas de meterse en berenjenales que se tenga y del dinero y tiempo disponible para ello.


En la mayoría de las ocasiones se opta por dejar correr las aguas del río de la calumnia hasta dejarlas que se disipen en contacto con el océano de la Verdad de nuestras vidas y su ejemplo de honestidad; pero si la calumnia está ocasionada por el odio y el encono, entonces es difícil hacer algo para apagarla, pues está continuamente realimentada por el calumniador.


Entonces, baste seguir nuestras vidas y de ir aquello que pusimos en cabecera del artículo "¿Qué nos importa lo que los demás digan de nosotros, si mantenemos nuestra consciencia tranquila?" ¡Nada!. Ninguna Mentira perdura para siempre pues la Historia un día u otro finalizará y las páginas ocultas de su Libro se abrirá para poner a cada cual en su lugar.


La Calumnia siempre es negativa aunque creamos estar haciéndole un bien al calumniado con nuestro engaño. No se puede señalar alguien como un héroe, cuando sabemos que se trata de un pérfido villano como tampoco debemos de hacer lo contrario.


Darle la autoría de un Trabajo, a alguien que no lo ha realizado, pudiera parecer un acto de aprecio y dignidad; pero todo engaño, toda mentira tiene sus consecuencias y ese manto de brillo provisional que hayamos utilizado termina convirtiéndose en una costra aceitosa opresiva y que terminará por hacer mas daño que bien.


No, no caigas en el engaño, ni te apropies de un aparente regalo que no te mereces; porque, en la mayoría de las ocasiones, los regalos anónimos siempre vienen envenenados.


Aralba Pensator Minister, Frater R+C