jueves, 4 de noviembre de 2021

Lección 124, Séptimo Grado, Segunda Orden

 Séptimo Grado, Segunda Orden "Adepto Liberado":

"Del Conocimiento y los conocimientos"



-La Gnósis y las gnósis-



Existe un solo Conocimiento verdadero que se manifiesta en éste mundo engañoso e ilusorio, como la luz blanca pasada por un prisma, en diversas realidades o conocimientos particulares.



Hablar de una sola Gnósis, teóricamente, es posible pues es sólo una Luz la que procede del Mundo de las Ideas, del Pletina; pero en la práctica su manifestación es diversa y multicolor. Eso ha sido así en el pasado, lo sigue siendo ahora y permanecerá así hasta el fin de los días.



Cada percepción particular de la Gnósis es una minúscula parte personal del conjunto gnóstico. No podemos hablar, aquí y ahora, de una Gnósis verdadera y de muchas gnósis falsas; sino de visiones diferentes de una única Gnósis verdadera que por nuestra condición de espaciotemporalidad, provisional, somos incapaces de ver en su explendoroso conjunto.



También, no obstante, existe mucho falso conocimiento que se ha dado en llamar como gnósis, en tanto que está fundamentado en mera fantasía, fuera de toda legítima  y lógica racionalidad. Eso no quita, no obstante, para que una porción indeterminada de dicho falso conocimiento, sea auténtica Gnósis.



No vamos a dar nombres ni escuelas de Sabiduría gnóstica; pero baste generalizar que el verdadero Conocimiento, siempre, es reconocible por nuestro Ser Interno. Es como si escucháramos por primera vez una historia y reconociésemos, en seguida, que ésta es verdadera por haberla vivido quien sabe cuando. Es como si comenzáramos a recordar algo que, por algún ignoto motivo, hubíamos olvidado.



Del mismo modo que un Edificio está construido con miles de ladrillos, así la Gnósis está constituida por miles de gnósis que, sin dejar de ser parte de la Gnósis verdadera, no son la Gnósis al completo.



Por lo tanto, arrogarse alguien la posesión de la única y verdadera Gnósis es una falacia sin fundamento y califica a quienes así se muestran, ante el mundo, como falsarios poseedores de un conocimiento parcial y engañoso.



La Gnósis vive, plenamente, en nuestro interior. Vinimos al mundo con ella grabada en nuestros genes y nos acompañará hasta el final de nuestros días; otra cosa es que sepamos leer ese libro que siempre ha estado, con nosotros, a nuestro alcance.



Algunos, como avatares enviados por Shambala, jamás necesitarán ayuda alguna para interpretar el Libro Mudo de la Naturaleza; pero otros, la mayoría, requieren de una pequeña y básica ayuda externa para aprender; es decir, recordar que tenemos ese libro, primero para poder leerlo, por nuestros propios medios, después.



El Gnóstico, el verdadero, ni es seguidor de nadie, salvo de sí mismo, ni requiere de seguidores ajenos a sí mismo. Él es tanto Sacerdote, Iglesia o Feligrés. Es un Todo completo, un Microcósmos que contiene en sí mismo, en su Campo de Vida, la Gnósis al completo, aunque durante la mayor parte de su vida solo haya podido manifesta una minúscula porción de ella.



Es como si cada Individuo, cada Ser Humano, no fuésemos otra cosa que una diminuta celda holográfica que contuviese, en sí misma, la plena Información del Todo, un Holograma de proporciones cósmicas e infinito. En ese sentido, la Gnósis vendría a ser la Información plena contenida en ese Holograma del todo sin degradar; pero que, el conocimiento al que nosotros podemos acceder es parcial en tanto que, aunque esa información la poseamos igualmente, no obstante, su degradación es manifiesta y, en ese sentido, aún siendo una gnósis, no puede tratarse de la Gnósis completa en su manifestación más fidedigna.



La Rosacruz, cuya morada está en Shambala, es la Puerta que, al abrirse, trae hasta nuestro Plano de Existencia, la Fuerza Electromagnética necesaria para abrir una puerta semejante y que se encuentra en y dentro de nosotros mismos. Una vez identificada y abierta dicha puerta interior, podremos acceder a la estancia cardíaca donde se encuentra nuestro particular Libro M; libro que, ya sí, podremos leer con la necesaria fluidez y entendimiento.


Todas las escuelas de misterios han sido y siguen siendo los parvularios en los que podamos aprender a dar nuestros primeros pasos en la lectura de la Gnósis, nunca una fuente de interpretación particular e independiente de nosotros mismos.



Aralba Pensador Minister, Frater R+C