miércoles, 3 de noviembre de 2021

Lección 120, Séptimo Grado, Segunda Orden

 "Nuestra actitud ante los embates dolorosos de la Existencia"


A los predicadores del rosacrucismo, expositores de la Gnósis, se nos podría criticar, con cierta razón, de teóricos especuladores; pero esta parte de la Ciencia Gnóstica, es tan importante como puede serlo la enseñanza de la Física o de la Matemáticas para un Ingeniero o un Arquitecto.


Somos conscientes de la dificultad de ofrecer consejos útiles y que, en muchas ocasiones, a nosotros mismos  os cuesta llevar a la práctica. Esto es especialmente cierto cuando somos golpeados por un profundo dolor emocional, tras el fallecimiento de algún ser querido, así como al pasar por un largo y profundo sueño.


Hemos visto que el Dolor es una consecuencia de la realimentación de emociones y sentimientos negativos; luego entonces, es fácil de comprender que la solución no puede ser otra que Eli.inar esas e.ociones; pero ¿como podría conseguirse tal cosa?: No dando cabida a tales sentimientos y cambiándolos, de forma automática, por sus contrarios. No asistiendo, por ejemplo, a eventos perturbadores y que podrían provocados ansiedad y pánico o llevarnos a Estados depresivos.


Ya, ya lo sabemos, que es fácil decir esto; pero muy complicado llevarlo a Efecto. Bien, la idea es convertir lo que a continuación explicaremos en una rutina vital, mediante la tozuda repetición, como sí de los ejercicios de un Arte Mar cual se tratase. Vamos a intentar que, cuando nos encontremos ante situaciones complicadas, nuestras reacciones sean invertidas, respecto de a lo que nos encontramos habituados. La idea es que si algo nos hace llorar, que nos haga reír, que si algo nos hace fruncido el ceño, que nos haga emirir una leve sonrisa, que si algo nos provoca daño y dolor que nos produzca una sonora carcajada.


La actitud que os estamos proponiendo evitará que efectos externos negativos, provoquen que nosotros, internamente, emitamos energía negativa que los arcontes utilicen para seguir dañándonos a nosotros y a aquellas personas que nos rodean. Es cuestión de evitar círculos viciosos, para hacer que la aguja salte de la pista de un disco rallado. 


Cada cual podrá utilizar el método que mejor vea. Nosotros proponemos algo tan sencillo como repetirnos, a diario, tanto por la mañana al levantarnos como por la noche al aclararnos, delante de un espejo y mirándonos a los ojos, una serie de sentencias cortas y contundentes como. "Nada me dañará", "Soy inmune al dolor", "El dolor me provoca risa", "No existe el Mal, sólo es Bien en formación", "La muerte no existe", "La Muerte es una bendición y una liberación", "No existe la desdicha sino la oportunidad de provechosas experiencias", "La soledad es una ventaja", "No existen experiencias negativas sino sólo positivas mal entendida", "Todo lo que me sucede yo lo he elegido, nadie me ha impuesto nada a la fuerza"...


Todo lo anterior son unas pocas ideas que pueden ser complementadas con vuestras propias sentencias a medida de vuestras particulares necesidades.


La idea es repetirlas de forma machacona mientras os miráis fijamente a los ojos con tasatividad y firmeza hasta que, en vuestra vida diaria, habláis transformado vuestra actitud ante las experiencias vitales que, desde niños, os han mostrado como negativas.


Puede resultar extraño y paradójico mostrarnos sonrientes en un funeral cuando lo comúnmente aceptado es mostrarnos desazonados y dolientes, reírnos al machacados un dedo con el quicio de la puerta o sonreír, permanentemente, ante una prolongado dolor de espalda; pero de eso es de lo que se trata. De ofrecer alimento positivo a los arcontes y no el negativo al que los tenemos acostumbrados. Ellos, como fuerzas imparciales, devolverán aquello que reciben y nosotros habremos acabado con la fuente del Mal.


Aralba Pensator Minister, Frater R+C