viernes, 4 de enero de 2013

Manual Rosacrucista (II) Israel Rojas Romero "Raghozini"




MATERIA Y FUERZA

El gran interrogante que el hombre en evolución tiene frente así, es el de saber si él, en sí mismo, es solamente materia, como lo aceptan los positivistas, o sí hay algo más tras la forma densa en que el hombre se manifiesta, o es conocido.

Otra pregunta es saber realmente sí el hombre posee un Alma o ésta es simplemente una afirmación caprichosa de los que temiendo la destrucción de la vida del hombre, tienen pavor de perder su propia identidad. La tercera es si hay Espíritu, y si él tiene que ver con el hombre, si el hombre es Espíritu, posee una chispa del mismo, o si aquella idea es otra fantasía de la inteligencia humana.

Todos esos interrogantes son progresivamente despejados a medida que el estudiante medita y estudia la Ciencia ROSA-CRUZ.

Antes naturalmente de que esa iluminación venga, como natural fruto del estudio y de la meditación, es necesario que en este Manual demos las primeras explicaciones lógicas acerca de los tres puntos antes citados.

¿Qué es materia?

Materia es algo que los sentidos puedan registrar ya sea por el tacto, la vista, el olfato o el oído; ésta es la afirmación concreta del hombre llamado positivista; lo que los sentidos del hombre registran es materia y es verdad, lo que los sentidos no registran, no es nada.

Ahora, nosotros observamos: ¿La electricidad no existió antes que los físicos la hallaran como fenómeno en las contracciones musculares de una rana muerta? Contracciones que se verificaron por los impactos que recibió el cuerpecito de la rana colgante, mostrando así al primer hombre la existencia de algo que antes de manifestarse como fenómeno, no era registrado por ninguno de los sentidos humanos y sin embargo la electricidad era absoluta realidad, antes de que los sentidos del hombre la observaran como fenómeno; esto prueba sencillamente que aún cuando los sentidos del hombre no registren una cosa, eso no quiere decir que la cosa no exista, y así con este solo ejemplo y hecho histórico, queda demostrada la inconsistencia de la Filosofía positivista, como limitación de los sentidos.

¿Quien imaginar pudo que en este siglo el hombre de ciencia experimental iba a encontrar la potencia del átomo? Es decir, la fuerza encerrada en lo infinitamente pequeño, inalcanzable a los ojos físicos lo que hasta entonces era considerado inexistente, como una falacia de los idealistas, a quienes siempre se ha catalogado de utopistas; pero a medida que la ciencia física avanza, se constata que las apreciaciones de los idealista Rosa-Cruz, están fundamentadas en hechos reales y no en ensoñaciones.

Los cuatro elementos de los Rosa-Crucistas corresponden a potentes realidades, demostradas y demostrables. Sobre este hecho podemos seguir probando su realismo absoluto, haciendo saber que cada uno de estos estados prepondera en uno de los reinos de la Naturaleza, plenamente aceptados por la Ciencia Física desde hace muchas centurias.

El elemento llamado TIERRA, en el leguaje de los filósofo primitivos, corresponde al estado más o menos sólido de la materia y prepondera en el Reino Material.

El elemento llamado AGUA o humedad, evidentemente domina en el Reino Vegetal.

El elemento llamado AIRE o Aliento de Vida, es condición indispensable como actividad dominante en el respiro del Reino Animal.

El elemento fohatico o ignicente, se hace ostensible como actividad pensante en el animal humano, en el fuego de la inteligencia del hombre, Ser que ocupa la cima concentrada de los cuatro reinos, bien conocidos y definidos.

En estos cuatro reinos, en los que se especializa y modifica la naturaleza de los elementos según su estado, (hay necesidad de advertir que cada estado en sí encierra todos los elementos), pero se caracteriza por un predominio, ya sea de naturaleza sólida, ya líquida, ya gaseosa o radiante.

Como pueden ver, los estudiantes Rosa-Cruz, de nuevo en la polarización de esos cuatro elementos aparece la maravillosa Cruz; dos de ellos son de naturaleza concreta, Sólidos y Líquidos y dos de naturaleza enrarecida, Aire y Fuego.

Así, a medida que adelantamos, descubrimos la fortaleza de la Ciencia Rosa Cruz, y cómo sus símbolos caracterizan hechos demasiado evidentes para ser negados.

Ahora es necesario que establezcamos la comparación tabulada de los nombres que estos cuatro elementos tienen en las diferentes doctrinas que encarnan la misma verdad. En el Oriente la citada Ciencia es llamada Yoga, en el Occidente Ciencia Rosa Cruz, Metafísica, Teosofía, Hermetismo, Cábala, Psico-biología o Alquimia.

Esta tabla tiene sus equivalencias en línea HORIZONTAL así:

TIERRA - Sólido - Prithvi -Sal - Eter Químico

AGUA - Líquido - Apas - Mercurio - Eter de Vida

AIRE - Gaseoso - Vayú - Azufre - Eter Reflector

FUEGO - Radiante - Agni - Azoth - Eter Lumínico

Estos cuatro elementos no deben ser confundidos por el hecho del que llamado Tierra en Occidente, reciba en Oriente el nombre de Prithvi con los Yoghis, Sal con los Alquimistas del medioevo, sólidos con los hombres modernos o Eter Químico en la nomenclatura Mendeliana. Estas diferentes denominaciones, lo son de escuela, PERO NO DE SENTIDO.

El segundo elemento es llamado líquido en el lenguaje común, Agua para los filósofos del pasado, Apas por los Yoguis, Mercurio por los Alquimistas, pero es el mismo elemento o estado de la materia.

El tercer elemento es llamado Aire por los antiguos filósofos, Vayú por los Yoghis, Azufre por los Alquimistas, Aliento por los Brahmanes, pero de todas maneras no deja de ser el mismo estado, a pesar de la diferente nomenclatura.

El cuarto elemento en orden ascendente llamado Agni por los Yoghis, Azoth por los Alquimistas, Eter Luminoso por el señor Heindel, como también es así nombrado por Tantristas; el estudiante debe estar al tanto de los nombres que se usan, en las diferentes escuelas, para denominar el mismo elemento y así tendrá una llave segura en el proceso de sus investigaciones. Esta es la lección práctica, verdaderamente fundamental, en el estudio comparativo de la Ciencia de la Vida a través del tiempo cuyas huellas de profunda sabiduría se encuentran en todas las grandes culturas que ha podido registrar la historia, tales como la Druídica, Caldea, Egipcia, Griega, Indú, etc.

En las mitologías de todos los pueblos hallamos siempre alegorías referentes a estos cuatro elementos, tal es el caso, por ejemplo, en la mitología chibcha cuando se dice que la tierra era un cuerpo semisólido sostenido por cuatro estacas de guayacán; en la ïndia milenaria hay una análoga tradición en la cual se dice que la tierra estaba sostenida por cuatro elefantes; en la Biblia se sostiene que la tierra está apoyada o sostenida por el alientos de cuatro ángeles guardianes:

Miguel, Gabriel, Rafael y Uriel; si continuáramos analizando el espíritu de las mitologías o de los símbolos de todas las culturas encontraríamos, en una u otra forma, representados concretamente los cuatro elementos, que son fundamento y base de la Ciencia Rosa Cruz en su campo objetivo de investigaciones. Decimos objetivo, porque ella no se queda con estas simples concepciones, sino que sigue trascendiendo en sutilidad de conciencia hasta alcanzar su apreciación más allá del velo que limita los sentidos ordinarios, llegando a ello por una extra-sutilidad.

Ya veremos en la segunda parte de este Manual lo que nos ha sido dado conocer acerca de estos estados utras de la Unica Potencia Universal.

Es necesario saber que al decir estados, estamos implícitamente afirmando, que la llamada materia es una y que se diferencia en diversos modos por su estructura modelada de la naturaleza, la cual cambia solamente según la acción potencial del fuego, el Agni o éter luminoso, no es propiamente un elemento, sino la causa raíz o razón de ser de todos ellos. Basta pensar brevemente en las transformaciones de la objetivada materia y entonces comprenderemos que evidentemente sus diferentes modos son simplemente estados posibles, gracias únicamente a la cantidad de fuego o calor que les da la relativa existencia en un determinado momento de la evolución en el tiempo y el espacio.

Otro punto formal que es necesario analizar, para que el filósofo RosaCruz, o que pretende serlo, se dé cuenta de que la materia en sí, como hecho radical para toda manifestación activa de la misma, no se puede definir en sí, sino como un estado de algo antes existente.

Si vemos una mesa y la palpamos, instantáneamente nuestros sentidos dirán que eso es materia, pero si la estructura molecular de la mesa es analizada, se encontrarán multitud de componentes, como por ejemplo sílice, hierro, calcio, carbono, etc. Luego si eso que llaman materia no es materia en sí, sino un compuesto de distintos materiales diversos, tenemos que eso no es materia en sí, sino un compuesto de elementos varios; lo que decimos de la mesa podemos decirlo, exactamente igual, de una planta, de un animal o del animal humano; entonces el problema está en saber cuál es la materia real, cuál es la SUSTANCIA BASE que sirve de fundamento a todo lo que nuestros sentidos registran y hemos catalogado groso-modo de materia; lo que nuestros sentidos registran son organismos o cuerpos construidos de partículas, de moléculas, de átomos, y esto según las concepciones y demostraciones de la ciencia física, en último término, son energía, fuerza, electricidad, potencias Inter-Intra y subatómicas o cuánticas, esto quiere decir que la inteligencia humana ya se ha visto precisada a aceptar la doctrina de los Rosa Cruces o de los Yoghis, quienes siempre han sostenido que "la materia es el polo negativo de la sustancia espíritu”; el mismo Jesús, el más místico de todos los hombres afirmó: “Yo y mi Padre somos Uno”; sí Jesús consideraba al Padre como la causa génesis de todas las cosas y Él, Jesús, era un hombre entre los hombres y afirmaba que el Padre Espíritu y su manifestación física (Jesús) era los dos extremos de una misma cosa, entonces tenemos que comprender que ciencia y religión son dos concepciones de un mismo hecho.

En la Cábala las palabras Kether y Malkuth, son la representación del espíritu y de la materia, teniendo como fiel de balanza a Tiphereth de tal suerte que la Cruz operativa de los dos extremos, espíritu-materia, es Tiphereth, lo que equivale realmente al centro ideal en el cual los Rosa Cruces verdaderos colocan la Rosa.

En la triada científica y esotérica de los Egipcios tenemos a Osiris-Ra, Osiris-Path y Osiris-Set, primero y último estremos de la Cruz y Osiris-Path la rosa.

A Khrisma se le coloca crucificado, es decir, puesto sobre una Cruz, tanto como al dios Quetzacoalt de la civilización Maya, igual que a Jesús de Nazareth, queriendo, con ello, indicar que la esencia espíritu (Ego) está crucificada o sometida durante cada encarnación, a la sujeción o dominio de los cuatro elementos, es decir, de la Cruz.

La Cruz, símbolo viviente de los cuatro elementos, la encontramos en tosas las tradiciones filosófico-místicas de todas las edades.

Para los hebraístas las cuatro letras Y H V H representan el secreto nombre de su deidad, cuya debida pronunciación solamente conocen muy pocos sabios iniciados Rabinos.

El carro de la Ley en el concepto budista, estaba compuesto de cuatro radios en cada una de las dos ruedas en que él se apoyaba y representaban, por tanto, este cuaternario en su dual aspecto masculino-femenino, en los dos modos (físico y psíquico). Es muy curioso observar que cuatro sean los miembros del cuerpo humano y cuatro también las patas de los animales vertebrados, es decir, de los más evolucionados de entre ellos.

Con todas las reflexiones que hemos hecho, se ha demostrado, hasta la saciedad, la realidad científica del cuaternario, o cruz de los Rosa-Crucistas.

También se han dado los términos correspondientes de las diferentes Escuelas y por tal razón podemos dar por terminado el tema, pues no tiene éste Manual la finalidad de dar a conocer la trascendencia de cada uno de sus puntos, sino simplemente su enunciación y correlación, en las diferentes tradiciones, para que el estudiante verdaderamente amante de lo trascendental, tenga en sus manos una llave o guía, que le sirva en sus cada vez más sutiles investigaciones.