Séptimo Grado, Segunda Orden "Adepto Liberado":
"La sustitución de unas creencias por otras no es una buena idea"
Muchos dejan sus creencias por alguna mala experiencia o por no estar conformes con sus dogmas y, lo habitual, es que busquen otras creencias que se adecuen a su idiosincrasia personal. Suele suceder que estos buscadores de creencias suelen toparse, en sus nuevas organizaciones, con el mismo o parecido problema y siguen buscando de forma infructuosa, una y otra y otra vez.
La solución no se encuentra en cambiar de creencias que adecuen a nuestra forma de pensar sino indagar, en solitario, dentro de nuestro interior y encontrar la Gnósis, el verdadero Conocimiento y fuente de una Fe verdadera.
La Rosacruz, en general, es una Escuela donde poder aprender a dialogar con nosotros mismos y dejar salir a nuestro Maestro Interno, fuente de toda la Sabiduría del Pleroma, el Mundo de las Ideas de Platón o el Mundo Celeste que mencionan la mayoría de las religiones. El problema surge cuando los buscadores de nuevas creencias, rebotados de su anterior institución, acuden a las escuelas Rosacruces en busca de una Creencia más acorde con su previa ideología.
Así vemos personas que han cambiado su creencia en el Cielo y en el Infierno por otra que los ha sustituido por el Karma y la Reencarnación. Han cambiado su creencia en un Dios redentor y Salvador personal por otro más genérico e impersonal identificado con el Cosmos y la Naturaleza; pero en realidad, nada ha cambiado en su interior. Siguen siendo buscadores de nuevas y más sofisticadas creencias que les permitan mantener sus supersticiones y fanatismo.
Así encontramos estudiantes rosacruces que defienden su creencia con fiereza y utilizando los mismos términos, como blasfemia o excomunión, que utilizaban en sus lugares de procedencia. Esto quiere decir que no han entrado en contacto con la Gnósis, que es la verdadera esencia de la Rosacruz.
Para muchos, demasiados diría yo, sus escuelas Rosacruces no dejan de ser otra cosa que un sucedáneo de las religiones e iglesias que abandonaron en busca de otras creencias que pudieran llenar su existencia; cuando lo que debían de hacer es abandonar esa búsqueda de nuevas creencias y empaparse de la esencia gnóstica de las enseñanzas rosacruces.
Estas personas, de las que estamos hablando, estaban muy ligadas a sus anteriores creencias y, muy probablemente, a sacerdotes o predicadores carismáticos y a los que seguirían con una Fe ciega a prueba de bombas. Con el cambio sustituyeron su antigua Iglesia por el Templo o Escuela Rosacruz y al Predicador o Sacerdote de su anterior Confesión, por la de un nuevo líder carismático que bien podría ser algún Maestro de Logia o un Conferenciante oficial autorizado.
Mal vamos si las escuelas Rosacruces y sus dirigentes se comforman con el apego de sus miembros. Sí, porque ese no es el punto. No se trata de atraer fieles y disciplinados creyentes que digan si Buana, a todo lo que digan los oficiales de una Logia, por muy disparatado y falto de sentido común que sea.
No es una buena Escuela Rosacruz aquella que no aconseja a sus miembros a pensar libremente y huir de cualquier tipo de adoctrinamiento y dogmatismo. Remedar el funcionamiento de las sectas religiosas, a nosotros, no nos parece la mejor idea. La Gnósis Rosacruz es un Conocimiento Interior que, por muy parecido que sea con otros, siempre será singular para cada Individuo y esa, esa es la fuente de la verdadera Tolerancia; el reconocer de nada ni nadie estamos en posesión de la Verdad absoluta. Todos poseemos una porción de la Verdad, nuestra Realidad. Una Realidad que difícilmente podrá servir a otros, salvo a nosotros mismos y, bueno, esa es la Gnósis que nada tiene que ver con alguna creencia férrea y dogmática.
Aquellos que se acercan a la Rosacruz intentando sustituir sus antiguas creencias por otras de nuevo cuño se encuentran en un terrible error; pero mayor error es la de aquellos jerarcas que promueven la Gnósis Rosacruz como la Creencia Religiosa definitiva.
La Rosacruz tiene que ver con el "Conocimiento", sea interior, racional, de sentido común o científico; pero nunca con ideas extravagantes difíciles de racionalizar y que son fuente de creencias, superstición y fanatismo.
Aralba Pensador Minister, Frater R+C