Hace tiempo, un grupo de investigadores
propusieron que podemos estar viviendo en una proyección tridimensional de un
espacio bi-dimensional. La teoría del Universo siendo un holograma reunió un
número de adeptos, pero una nueva investigación demuestra que algunos de sus
principios más básicos son erróneos.
El astrofísico Craig Hogan propuso que el Universo es de
hecho un holograma en octubre de 2010, cuando publicó el resultado de un
estudio científico que se llevó a cabo utilizando los datos recopilados por el
experimento de ondas gravitatorias GEO600.
Esta investigación iba recopilar datos sobre la ambigüedad
cuántica del Universo. El experto utiliza dos relojes atómicos para realizar
mediciones que revelarían la existencia de unidades Planck hipotéticas.
Estas son las
divisiones fundamentales que tienen todas las propiedades básicas del Cosmos.
En otras palabras, son los fragmentos más pequeños posibles de espacio, masa y
tiempo, entre otras características universales. Según su interpretación de los
resultados, el experto llegó a la conclusión de que demuestran que el Universo
es un holograma.
Pero los resultados del más recientes estudio realizado en
este campo están contradiciendo a los datos obtenidos del experimento GEO600.
Las últimas mediciones fueron efectuadas utilizando el telescopio INTErnational
Gamma-Ray Astrophysics Laboratory (INTEGRAL) de la Agencia Espacial
Europea (ESA, por sus siglas en inglés).
Lo que indica el instrumento es que la pixelación del
espacio-tiempo – si existe en absoluto – en realidad es mucho más pequeña que
la calculada originalmente por los expertos. El observatorio hace que sea mucho
más difícil demostrar la certeza de las dos teorías principales sobre la
naturaleza del espacio y el tiempo.
La naturaleza del espacio como propuesta por la Teoría de la Relatividad General
de Albert Einstein hasta ahora ha resultado incompatible con aquella propuesta
por la teoría cuántica. Esta última sostiene que, en sus niveles más pequeños
el espacio de hecho está compuesto de granos diminutos, como la arena en una
playa.
Si la teoría cuántica fuera cierta, entonces INTEGRAL debía
haber descubierto el tamaño de estos granos, mediante el análisis de la
diferencia en la polarización entre los rayos gamma de alta energías y de baja
energía. El telescopio es el detector de rayos gamma más sensible jamás
construido.
La teoría cuántica propone una escala de 10-35 metros
para los más pequeños granos. Pero los datos de INTEGRAL muestran que la
granulosidad cuántica debe estar en un nivel de 10-48 metros o más pequeña, según informa Wired.
Como tal, ahora es cada vez más claro que el Universo no es
un holograma. En cualquier caso, los expertos dicen que la idea tenía algún
mérito en sí, y que muchos científicos la hubieran apoyado si los datos de
INTEGRAL hubieran confirmado la hipótesis de la pixelación.