Lo que faltaba para echar más leña al ya caliente horno de la ufología. Los no creyentes en el Tema Ovni creerán que se trata de una cortina de humo para desviar la atención de la bestial crisis económica que se nos ha venido encima por culpa de la más brutal especulación de los mercados financieros.
Por otro lado, los más allegados al fenómeno, en cuestión, lo tomarán como la demostración palpable de que los gobiernos, al menos los más poderosos, nos ocultan contactos al más alto nivel entre la Tierra y los visitantes de otros mundos. La Teoría de la Conspiración ufológica está servida con ingredientes de alta calidad; primero fue Stephen Hawking quien nos prevenía de modo encarecido contra un posible contacto con extraterrestres: El contacto de una Civilización mucho más avanzada que la nuestra, podría suponer nuestra extinción o, como mal menor, sometimiento a los hipotéticos colonos del espacio.
Desde los años cuarenta el fenómeno Ovni se ha venido sucediendo con mejor o peor fortuna; pero la cuestión es que no ha parado, e incluso los servicios secretos de los países poderosos se han ocupado de aventar el ventilador de la rumorología para extender la idea de que hay, en curso, una conspiración gubernamental. Los extraterrestres llevarían trabajando con los científicos de la Tierra en diferentes cuestiones de diversas relevancias con el fin de...
Vamos a suponer que tal conspiración no fuese una mera cortina de humo tal y como presuponíamos al principio sino que sí, hubiese algo más. Después de estar trabajando, conjuntamente, bajo cuerda, resulta que, por fin, algunos estamentos gubernamentales se han dado cuenta de que a la Tierra no le salen las cuentas en su asociación estelar; es decir que los aliens los han estado engañando durante décadas y ahora se han decidido a ir preparando a la población contra la amenaza…, que se avecina.
Podríamos encontrarnos en el preámbulo de una incipiente Guerra inter-estelar aún no declarada y para ello, la Royal Society solicita, encarecidamente, a las Naciones Unidas que vaya preparando a la población mundial para lo que han venido a denominar como hipotético encuentro y choque de civilizaciones estelares.
Bien, ante este galimatías solo cabe la especulación de que podría tratarse de lo que nos están contando abiertamente o de forma subliminal, o por el contrario solo se trataría de una preparación de la población mundial para la formación de un Estado Mundial de carácter fascista que pueda manejar convenientemente a sus ciudadanos de un modo similar a épocas tan lejanas como en las que se practicaba la esclavitud. En la prestigiosa Royal Society se está pidiendo que tenemos que cambiar nuestra concepción del Trabajo y que, además, debemos ser obedientes ante hipotéticas directivas de la ONU, o del Gobierno Mundial que se tercie, con el fin de defendernos contra invasores del espacio..
Más que a extraterrestres, con respeto, a mí me parece que se trata de un paso más hacia la degradación del modo de vida occidental. Quien gobierna en nuestro Mundo, ya está suficientemente demostrado, no son los gobiernos de turno y que vienen a durar entre cuatro y ocho años, sino las corporaciones multinacionales que trafican con divisas en los mercados internacionales y con el único fin de competir con el tercer mundo, que resurge como emergente en la competencia por la Sociedad de Consumo; donde occidente ya tiene merendado más de la mitad del planeta.
Miren, de que existen los extraterrestres es una evidencia matemática. De que pudieran poder llegar hasta nosotros, con una altísima tecnología, todavía me quedan serias dudas, salvo que pudieran comunicarse de forma telepática y que sería una cosa diferente que venir con sus naves nodrizas, bombardearnos a casco porro y convertirnos en sus esclavos o, en el peor de los casos, en su principal fuente de alimento. Intentemos despertar y darnos cuenta que al enemigo lo tenemos dentro. No necesitamos que vengan hermanos de otras estrellas para tocarnos los cojones, ya tenemos bastante con los puñeteros reptiles que manejan los hilos de la economía mundial.
ARALBA
Publicado con anterioridad en Suburbios de la Razón: