domingo, 28 de agosto de 2011

Sobre lo Cotidiano I

¿Como hablar de lo cotidiano sin resultar ofensivo a alguien? Todos tenemos nuestras costumbres arraigadas por vía familiar y nuestras ideas y pensamientos están influenciados por nuestro entorno vivencial. Solo existe un medio de descubrir lo más adecuado para nosotros y para el resto de la humanidad: La claridad de Pensamiento. El ser Humano es preclaro en tanto en cuando se realice preguntas sustanciales respecto a todo lo que lo rodea y pueda ser capaz de cuestionar todo aquello que le resulta ilógico, no por innatural, sino por enfrentarse directamente a lo que conocemos como Sentido Común: Nadie debería de hacer a los demás lo que no quiere que le hicieran a él. La Claridad llega solo con el conocimiento de la Verdad, la Gnosis. Es solo entonces cuando las personas empezamos a comprender lo que nos rodea con solo echar un vistazo a nuestro alrededor, más cercano al principio y más lejos después. Llegados a este punto, la Especie humana, somos capaces de ver lo que antes no podíamos, ya que no poseíamos las coordenadas suficientes para poder interpretar aquello que mirábamos y que sin embargo se encontraba invisible ante nuestros ojos y lo que es más evidente, a nuestra mente. Es justo en este preciso instante, cuando comprobamos el fariseísmo e hipocresía que gobierna, como Norma Universal, en el Sistema de nuestro Mundo. Todos veíamos aquello que otros querían que viésemos. Comprobamos como nos vienen engañando con caramelos de efímera duración como la falsa democracia impuesta por los mercados, para que sus esclavos remunerados sean lo más inofensivos posible, lo más productivos también y lo que es más evidente, baratos. Cuando la generalidad de la tropa damos un paso hacia delante, hacia arriba en la pirámide del progreso social y económico del bienestar, el ladino Sistema y sus secuaces aumentan un peldaño más sus estatus para así mantener inalcanzable una cierta independencia que al fin y al cabo sería algo así como conseguir un cierto grado de libertad: El asno jamás podrá alcanzar la zanahoria que lo hace avanzar con el único fin de girar la rueda del molino. Necesitamos que se vea con claridad que nos mantienen adormecidos para que no nos rebelemos contra el Sistema, nuestros explotadores. Hay algo antinatural en todo ello y es que, por regla general, los Generales de esta Guerra desigual no son los más fuertes, como se podría esperar, sino los más débiles y cobardes. Hay quienes les ponen, incluso de forma física, apariencia de reptiles inhumanos; pero aunque ello no fuese así, es interesante contemplarlos, metafóricamente, como tales ya que de ese modo es más fácil verlos como adversarios extraños y no como los queridos hermanos que debieran ser. Durante algunas revoluciones, en el transcurso de la Historia Humana, se ha intentado destruir su herencia genética; pero esa maldita enfermedad de dominio sobre sus hermanos renace una y otra vez como un inextinguible cáncer. A nuestro modo de ver, solo existe una solución: El despertar a la Verdad, descubrirlos tal como son de miserables y no sentir lástima de ellos cuando sean pisoteados por las férreas suelas de nuestras botas.

Aralba

Artículo Original publicado en Suburbios de la Razón: