lunes, 21 de noviembre de 2011

20N Una Debacle anunciada

Aburguesamiento, Prepotencia y Traición han sido los tres condimentos que han llevado al gran batacazo del Socialismo en las elecciones del 2011.

Aburguesamiento por ser cómplices de la creación de una nueva clase social, jerarquizada y con aires de aristocracia. La Clase Política Española, tan alejados sus propios intereses de aquellos que dicen defender y que afecta a la mayoría de los ciudadanos.

Prepotencia estúpida y fascistoide al creerse en posesión de la verdad absoluta y hacer oídos sordos del clamor de los obreros, a los que dicen representar.

Traición por realizar un tipo de política neoliberal que no les corresponde y va en contra del sentir de la mayoría de los votantes socialistas.

No es lógico que mientras haya ciudadanos que por su trabajo no cobran más de 600 Euros mensuales, sin embargo otros, por el mero hecho de ocupar cargos políticos, se lleven un mínimo de 3000. Parece que la Clase Política se ha profesionalizado hasta unos niveles de indecencia, que llegan a creer que el mundo no es otro que su pequeño círculo de influencia y que su trabajo consiste, principalmente, en hacer realidad sus propias ensoñaciones deseos e intereses particulares o de grupo.

Se han agarrado a hechos irrelevantes y que no interesan demasiado a la generalidad de la población; pero que sin embargo significan una gran propaganda. Este mismo hecho confirma su supina estupidez al considerar a los ciudadanos tontos y fácilmente manipulables. Se han intentado arropar del Imperio Culturilero del Cigarral y han cometido errores uno tras otro, confundiendo la Verdadera Cultura con los mezquinos intereses particulares de industrias como la discográfica o cinematográfica por poner algún ejemplo.

Después de la gran debacle intentarán convencerse a sí mismos y a sus fans, pues de eso se trata, de meros fans, de que la ciudadanía les ha traicionado y que, a lo sumo, no han sabido transmitir su mensaje a los ciudadanos ni el porqué han actuado como lo han hecho. Es evidente que no solo se han equivocado una y otra y otra vez, corriendo tras intereses poco lícitos o, al menos, poco claros, sino que han traicionado a sus votantes manteniendo de socialistas, tan solo el nombre y la roja rosa de su emblema que, a poco, terminará marchita aplastada por un puño neoliberal.

No supieron ver el claro mensaje de la ciudadanía en las últimas elecciones municipales. Tocaba un Gran Congreso extraordinario, dado que la actual ejecutiva del Partido Socialista había perdido cualquier tipo de credibilidad, con su Secretario General a la cabeza. Se aferraron a sus asientos como si la vida les fuera en ello. ¿Cómo iban a perder la influencia en las esferas de poder del partido, con el trabajo que les había llevado a conseguirla? Una simple Conferencia valía para colocar a un buen Político como es el Señor Rubalcaba. Desgraciadamente, Don Alfredo ha sido la victima propiciatoria, en el Altar sacrificial del Sinsentido, de un Partido pretendidamente democrático. Lástima pues tengo el pálpito de que habría sido un excelente Presidente del Gobierno Español.

Ahora toca el congreso Ordinario; pero ya es es tarde y tiempos vendrán donde, estos mismos, se alzarán en sus estrados y nos dirán ¡Ya os advertimos de lo que sucedería si llegaba la Derecha al Poder!

A los socialistas no nos gusta la Derecha, es de cajón; pero puestos a hacer políticas neoliberales que las hagan los propios, no quienes se dicen defender políticas socialistas y actúan de forma contranatural.

¿Entienden ahora quien ha traicionado a quien?


Aralba