Encuentro ecuménico entre Gnosticismo
y Escepticismo
Teismo: Del griego
"Theós" (dios). El término se aplicó a cualquier doctrina que
defendiera simplemente la existencia de dios, independientemente de que se le
dotase o no de determinados atributos; pero a finales del siglo XVII el término
teísmo fue adquiriendo un uso más restringido para referirse a cualquier
doctrina filosófica o religiosa que afirma la existencia de un dios personal,
trascendente, creador y providencial, en oposición al término
"deísmo", que se aplicó a las doctrinas que defendían la existencia
de dios como un principio de la realidad del que no es posible alcanzar ningún
otro conocimiento o determinación.
Ateismo: A-teismo,
lo contrario de Teismo. El ateísmo implica
la negación respecto de la existencia de Dios, aunque, de
todas maneras, en un sentido más amplio del término el ateísmo también supone la no creencia en cualquier tipo de deidad o ser sobrenatural. El término ateísmo tiene su
origen en el vocablo griego ateos que
significa sin dios y la
palabra ateo, tal como se denomina al individuo que niega la
existencia de Dios, fue usada por primera vez en la Antigua Roma para
denominar a aquellos hombres que no creían en los dioses del panteón
Escepticismo: Sinónimos
agnosticismo, incredulidad. Término procedente del griego
"sképsis" (investigación, duda, indagación). Corriente filosófica de
la antigüedad que se considera iniciada por Pirrón de Elis (-360,-270) y Timón
de Fliunte (-325,-230) y que se caracteriza por rechazar la posibilidad de que
se pueda encontrar un significado absoluto a lo real (de que pueda haber, pues,
alguna verdad firmemente establecida) proponiendo, en consecuencia, la
"epojé" o suspensión del juicio y la prosecución de la investigación,
como actitud más sabia y coherente frente al problema del conocimiento. Los seguidores de Pirrón destacarán
por los análisis críticos de los argumentos de los dogmáticos (quienes afirman
haber alcanzado esa verdad) recogidos en los conocidos diez "tropos"
de Enesidemo de Cnosos, que han llegado a nosotros gracias a la actividad
recopiladora de Sexto Empírico. El
escepticismo resurgirá con fuerza en el Renacimiento, con la actividad de
Montaigne, Charron y Francisco Sánchez, impulsando la renovación del
pensamiento filosófico que dará paso a la modernidad.
Gnosticismo: Del griego "gnose"
(conocimiento). En general, el término se aplica a toda corriente de pensamiento
que pretende obtener un saber absoluto mediante una experiencia mística y
extática, más que por medios meramente racionales e intelectuales. Más particularmente, el término se aplica a la
corriente de pensamiento teológico-filosófico que, a partir de elementos
procedentes de diversas religiones mistéricas orientales, del hermetismo, y de
las filosofías helenísticas, entre otras, alcanza gran difusión en los siglos
I y II, a menudo en relación con el desarrollo del cristianismo, del que tomará
igualmente algunos elementos.
Aunque dividido en numerosas sectas, se suele
agrupar en tres corrientes principales: la gnosis vulgar, la gnosis docta y la
gnosis mitológica, con diferentes doctrinas, pero con rasgos comunes a todas
ellas, como el sincretismo, la defensa de un dualismo radical, que enfrenta al
Bien y al Mal (lucha que encuentra su paralelismo en la que libran el alma y el
cuerpo) así como la insistencia en el valor del conocimiento como vía de
salvación del alma de los iniciados. Entre
los representantes del gnosticismo cabe destacar a Simón el Mago y Carpócrates
(gnosis vulgar), así como a Basilides, Marción y Valentín (gnosis docta).
*
Estas definiciones son
consideradas como las más aceptadas; pero ello no quita para que cada cual
pueda entender dichas expresiones del modo que mejor le convenga; pero está
claro que con afán de mutuo entendimiento, deberíamos adecuarnos lo máximo
posible a las definiciones más populares y extendidas.
Así como el Teismo se considera
como la Creencia
en algún dios, el Ateismo, con esa a delante nos quiere decir justo lo
contrario; es decir el Ateismo es la no creencia en algún dios. Hasta aquí
todos nos entendemos perfectamente; ahora bien ¿Significa algo más o nos
quedamos con la definición aceptada por todos los diccionarios y enciclopedias?
Recientemente ha surgido una nueva expresión conocida como Ateismo militante y
que en principio pudiera resultar incomprensible o difícil darle alguna
definición. La mayoría de los teístas, creyentes en algún Dios, son militantes
de alguna Religión particular, léase Cristianismo, Judaísmo, Islamismo, etc.,
etc. Ahora bien, ¿Qué podríamos entender como Ateismo militante? ¿Una especie
de reacción organizada contra el Teismo organizado para defender los propios
intereses, como por ejemplo que sus impuestos no vayan a parar a las arcas de
las religiones oficiales? Se utiliza también otra expresión por este nuevo movimiento y
que ya no me parece tan correcta: Ateismo racionalista. Otra cosa que tienen en común, ambos colectivos, es su activo proselitismo en busca de nuevos creyentes o no creyentes.
Antes
de intentar mostrar nuestra inconformidad en relacionar el Ateismo con la Racionalidad ;
deberíamos entender que escepticismo y su sinónimo agnosticismo, son la misma cosa, nada tienen que
ver con el Ateismo militante. El Gnosticismo pretende llegar al conocimiento de
la divinidad mediante las prácticas místicas de la meditación, visualización,
la oración y la adoración personal. El Gnosticismo no es una simple creencia sino una
convicción, Fe, de aquello que es intangible y no puede verse; pero que sí
puede ser sentido, comprendido y explicado por la Razón. Para el Gnóstico, solo mediante
el conocimiento se llega a la salvación. La existencia o no existencia de Dios
es irrelevante para la experiencia gnóstica y la Religión tan solo es algo que debería de evitarse, dado que la
Gnosis es una experiencia espiritual, personal y particular.
Luego
si Gnosis es eso, más o menos, el Agnosticismo sería su contrario, como lo es
el Ateismo respecto del Teísmo y entonces tendríamos que el Agnóstico es una
persona que se encuentra en duda permanente mientras no demuestre él mismo, o se le
demuestre el "Conocimiento" de forma razonada y/o experimental. Un ejemplo de agnóstico es
el apóstol Tomás que se negaba a creer que Jesús había resucitado mientras no
lo comprobase él mismo metiendo sus dedos en las llagas del Nazareno.
Como
hemos podido comprobar existen grandes diferencias, diríamos que abismales,
entre el mero agnosticismo y el ateismo militante, o entre la religiosidad de
un creyente teísta y la Fe
inmutable de un Gnóstico convencido.
Tanto
el teísta religioso, como el ateo irreligioso, mantienen dos posturas
enfrentadas e irreconciliables. El Teísta dice que Dios existe y el Ateo le
contesta que, de forma razonada y basándose en la Ciencia Dios no existe y aquí
es donde queríamos traer al lector. La existencia de un Dios antropomórfico o
no es algo subjetivo e irracional; pero la negación de un hecho que no se puede
comprobar; de momento, de algún modo es igual de irracional. Ambos
objetos se mueven por una creencia basada en estructuras de
pensamiento contrapuestas.
El Ateo, por el contrario, intenta explicar su creencia de que no existe un dios y en que nadie ha venido a decirnos, del otro lado, que dios existe o que la vida continúa después de la muerte y por otro lado, que
Evidentemente, se trata de una presunción irracional pretender que nuestra Ciencia lo sabe todo y que podría demostrar la inexistencia de Dios. Digamos, para ser exactos, que la ciencia de hoy no puede demostrar la existencia o inexistencia de Dios o una Fuerza inteligente que pudiera encontrarse detrás de
La
racionalidad, por el contrario, se presenta de forma llana en el agnosticismo;
dado que nos presenta su duda permanente. Yo ni creo ni dejo de creer. Creeré
cuando se me demuestre de algún modo objetivo. El Agnosticismo estuvo de moda
hace unos años, cuando se nos preguntaba si éramos creyentes o ateos y se solía
responder casi por inercia: soy agnóstico. Quedaba bien sin más o quizá, sí reflejara el
pensamiento de la persona en dichas cuestiones.
Por
otro lado el Ateismo y el Teismo son cuestiones particulares, mientras que la Gnosis y el Agnosticismo
son cuestiones generales; es decir si uno dice Creo en Dios, no hay vuelta de
hoja, se cree en Dios o en un Dios o en varios dioses y punto. Del mismo modo
si se especifica que no se cree en Dios, en un dios o en los dioses, queda
clara la posición de quien expone la palabra ateo en su discurso. No hay
matices que valga. Hay una irracionalidad implícita. Ambos conceptos se
mantienen inamovibles por una simple creencia que no se puede comprobar. Yo no
soy capaz de encontrar racionalismo por ningún lado, ni en los teístas
religiosos ni en los ateos militantes, supuestamente razonables.
Tanto
el Agnosticismo como su contrario, el Gnosticismo, son racionalistas en el
sentido de que, a pesar de que aparentemente son antagónicos, al menos en lo
gramatical, sin embargo permanecen abiertos a la racionalidad. La duda escéptica,
agnóstica, está siempre abierta a reconsiderar sus opiniones basadas en las
nuevas aportaciones del conocimiento científico y filosófico. No da nada por
sentado. Ni cree ni deja de creer, luego el agnosticismo o duda razonable,
dentro de la generalidad que abarca, se podría considerar como una actitud
razonable.
El
Gnosticismo que considera haber alcanzado un determinado conocimiento
espiritual, sin embargo también se encuentra abierto al sincretismo universal no excluyente y a la natural evolución
del pensamiento humano así como a la posible aportación de los nuevos conocimientos
científicos; luego a parte de mantener una pequeña porción de irracionalidad, la Fe que no es creencia en la
existencia de un principio creador innominado, sin embargo vista en su conjunto es completamente
racional, dado que respeta todas las creencias tanto racionales como
irracionales, sean o no compartidas por el individuo gnóstico.
Para los gnósticos, todos los caminos conducen ala Inteligencia
Creadora del Universo, llámesele Dios si se quiere; pero como
dijimos es irrelevante cualquier denominación. El Gnóstico no va a discutir por
denominar de un modo u otro a esa Inteligencia que él sabe, tiene Fe verdadera,
conoce, que se mueve por encima y dentro de todo lo conocido, desconocido o por
conocer. Y lo conoce, porque esa fuerza la siente dentro de sí mismo como algo
propio y nada ajeno.
Para los gnósticos, todos los caminos conducen a
Es
por dicha causa, que no podemos reconocer el Ateismo como algo racional; siendo
a nuestro humilde entender algo irracional y comparable a las religiones que pretende combatir de forma militante. El Racionalismo, por el contrario se encuentra en
el Agnosticismo, como un paso racional obligado, mediante la búsqueda y el
conocimiento hacia la verdadera Gnosis del conocimiento interior. El
reencuentro, que no religar de Religión, con el Espíritu Eterno e Inmortal que
por convicción llevamos, desde siempre, en nuestro interior.
El permanecer abierto, sin caer en la fácil credulidad, es necesario tanto para el avance científico como para el crecimiento espiritual.
El permanecer abierto, sin caer en la fácil credulidad, es necesario tanto para el avance científico como para el crecimiento espiritual.
Aralba