domingo, 6 de enero de 2013

Masonería y Ecumenismo

Hno. Hno Juan Eugenio Leal Garcia
Miembro de Numero de la Sección de Historia de la Academia Cubana de altos Estudios Masónicos de la Gran Logia de cuba.




grdo-32 Las Constituciones esenciales y originarias de la Masonería moderna, son las Constituciones de Anderson, publicadas por primera vez en 1723. En los Estatutos, en el Artículo I. Sobre Dios y la religión se establece que un masón esta obligado a obedecer la ley moral y no puede ser ateo ni irreligioso. Deja a cada uno sus propias opiniones religiosas. Sí les exige que sean hombres de bien, leales, de honor y rectitud. Estas cualidades –inmutables- son las que establecen y procuran las grandes religiones conocidas: el Budismo, Judaísmo, Islam y Cristianismo.

Quien cumple el Decálogo -que norman el Judaísmo y el Cristianismo- es un buen hijo; un buen hermano, buen esposo y buen padre, es decir, un buen ciudadano que cumple con la ley moral. Está en armonía con Dios y con sus semejantes ¿Qué los diferencia si las enseñanzas fueron transmitidas por Buda, Moisés, Mahoma o Jesús? ¿Acaso alguien puede pretender tener el monopolio de Dios?

Precisamente, lo que no acepta la Masonería es que ninguna institución se crea en el derecho de apropiarse de Dios. Les exige la Masonería a sus miembros que cumplan con los lineamientos generales morales y éticos que coinciden, en lo fundamental, en todas las religiones. Al margen de cómo cada una de ellas denomina a Dios o si lo considera un Dios personal o colectivo. La designación genérica de Gran Arquitecto del Universo hace que cada uno, dentro de la Masonería, conserve el apelativo particular y se sienta identificado con el término masónico, dado que todas las religiones coinciden que fue necesario un Creador, como nos dice el Génesis.

Las Constituciones de 1723 fueron redactadas por dos pastores protestantes: el anglicano Jean Théofile Desaguliers y el presbiteriano James Anderson. La impronta anglicana marcó desde su génesis a la Masonería moderna. El anglicanismo es una comunión: la comunión anglicana es una unidad (fellowship), dentro de la Iglesia una, santa, católica, de diócesis, provincias o Iglesias regionales, en comunión con la Sede de Canterbury.

Al igual que la Masonería, el movimiento ecuménico (1) debe mucho a la comunión anglicana ya que entre sus pioneros también estuvieron los anglicanos. El anglicanismo cree en una unidad visible, colegial, integral y orgánica en las fuentes de la fe y el orden fundamental de la Iglesia se mantiene plenamente. La estructura episcopal es necesaria para el propio desarrollo de la Iglesia. Lo cual no excluye, sin embargo, la existencia de una gran diversidad de manifestaciones culturales y nacionales. La Comunión anglicana se ve a sí misma como un modelo provisional de unidad universal. A su vez, la Masonería por su estructura, organización y unidad en la diversidad presenta similitudes con el anglicanismo. Los grandes problemas mundiales y sus implicaciones éticas han estado presentes en el movimiento ecuménico. Así mismo, la Masonería se caracteriza por la sensibilidad en las cuestiones éticas personales y sociales.

Los judíos contribuyeron también –en pequeña medida- en la formación de la Masonería moderna a principios del siglo XVIII en Inglaterra. Hasta entonces no se les permitía participar en muchas actividades normales de la vida. El concepto ilustrado sobre la universalidad de todas las gentes trajo consigo una sociedad donde las creencias religiosas no afectaban sus derechos como ciudadanos. Se permitió gradualmente a los judíos ejercer sus derechos de ciudadanía y seguir la vida que desearan. El judaísmo como religión fue afectado por la Ilustración mediante el desarrollo del Judaísmo Reformado que enseña una creencia continuada en los conceptos fundamentales de la religión sin exigir el cumplimiento de las reglas estrictas de observancia. Muchos judíos consideraban su incorporación a la Masonería una emancipación de las antiguas exclusiones legales y sociales.

Entre los puntos comunes entre la Masonería y el Judaísmo se han señalado los siguientes:
1.     La inmutabilidad de la Ley de Dios contenida en la Torah corresponde a la inmutabilidad de los grandes principios masónicos
2.     La creencia en Dios y el comportamiento ético hacia todas las gentes.
3.     La iniciación en el Judaísmo es mediante la circuncisión y en la Masonería mediante un rito de acceso.
4.     El Judaísmo y la Masonería coinciden en el gran respeto a la libertad de los individuos.
5.     El rey Salomón y su Templo son figuras centrales en la religión judía y en la Masonería.
6.     La educación y el progreso del conocimiento son ideales comunes del Judaísmo y la Masonería.

En Jerusalén existen hoy ocho logias bajo la jurisdicción de la Gran Logia del Estado de Israel. Casi todas utilizan la lengua hebrea pero una opera en lengua inglesa. La Gran Logia de Israel se creó en 1933. El pleno reconocimiento de la Gran Logia Unida de Inglaterra se efectuó en 1953, con treinta logias incluidas en la jurisdicción, que hoy (2002) son setenta. Las Grandes Logias de Inglaterra, Francia, Alemania y Egipto patrocinaron la creación de logias en Israel. Aunque la mayoría de las logias trabajan en lengua hebrea no faltan las que incluyen a árabes-cristianos, musulmanes o drusos. Hay también logias que sesionan en español. El sello de la Gran Logia de Israel incluye emblemas de las religiones cristiana, islámica y judía.

En la Masonería la Biblia es considerada la primera de las tres Grandes Luces. Desde la Convención Masónica de 1813 – en Inglaterra, cuando se unifican los Rituales- se estableció la Ley de Sustitución, que consiste en aceptar sobre el Ara, de una logia regular, el Libro de la Sagrada Ley del pueblo que constituye dicha Logia. Con la Biblia, los pueblos donde se practican las religiones cristianas, simbolizan la presencia del Gran Arquitecto del Universo en la sesión.

De forma idéntica, simbólicamente, la presencia del Creador la garantiza cada uno según la profesión de fe, acorde con su cultura y aspiraciones religiosas. Es por eso que las logias de la ciudad de Estambul, en Turquía, que deben obediencia a la Gran Logia Unida de Inglaterra, colocan sobre el Ara la Biblia, El Corán y El Zend Avesta. Lo que demuestra la contribución a la armonía, el desarrollo, la paz, la comprensión y la aceptación de unos y otros dentro de la Institución.

Esta convivencia y aceptación religiosa, esta unidad en la diversidad, ha sido catalogada como: indiferentismo y promiscuidad religiosa dentro de la Masonería. No se reconoce que los rituales (2), particulares de cada grado, son un sistema simbólico, alegóricos, cuyo fin es transmitir enseñanzas morales, éticas y filosóficas comunes y aceptadas por toda la humanidad e inducir a la reflexión. Cada uno los aplica según sus compromisos cognoscitivos.

La Masonería no es una religión, sin embargo podemos referirnos a un ecumenismo masónico. En ese sentido la Masonería es pionera entre las instituciones mundiales en llevar a vías de hecho la convivencia entre personas de diferentes culturas y credos. En trabajar mancomunadamente para el crecimiento humano moral, espiritual y social. Objetivos estos de toda religión.

Una vez que la persona reconoce su creencia en un Ser Supremo no se considera su filiación a una u otra religión. Se le pide que sea honrado y moral. La Institución ha hecho suyos los principios de amor y caridad, de forma que -aún sin ser una religión- se fundamenta sobre principios teológicos. Su teología es coincidente con el seguimiento de la praxis(3) teológica de Jesús. En ese sentido nos consideramos hijos de Dios, hechos a su imagen y semejanza, con libre albedrío para el bien o para el mal. Por ello se procura lograr por medio de la razón, la educación, el conocimiento y la sabiduría el acercarnos a Dios, a sus atributos y perfecciones.

La praxis teológica de Jesús es referida al compromiso cognoscitivo. Es decir, desde los postulados, creencias y enseñanzas aprendidas en la infancia: en el  hogar, la sociedad y en general la cultura en la que se ha nacido y formado. Creo que ha quedado claro que el sistema masónico es abierto, según sea la persona y su formación, puede la referencia ser Moisés, Jesús, Buda, Mahoma, u otra aceptada en la sociedad y la cultura donde se desarrolle el individuo.

Por ello vemos que el iniciado en la Masonería – que comprende y acepta sus postulados – no le resulta ajena la diversidad religiosa de la historia humana. Sabe que durante miles de años el hombre ha buscado a Dios por muchas sendas. De ahí la variedad ilimitada del hinduismo; el monoteísmo que profesan los judíos, musulmanes y cristianos; las orientales: el sintoismo, taoísmo, budismo y confucianismo. Sin ignorar el animismo, la magia, las prácticas espiritistas y el chamanismo. Todas esas manifestaciones no son más que intentos humanos por trascender, alcanzar planos superiores que lo acerquen a la divinidad.

Ciertas enseñanzas y creencias son casi universales. La mayoría de los pueblos de la Tierra estamos familiarizados con doctrinas como las siguientes: el alma humana es inmortal, hay una recompensa celestial para los buenos, tormento eterno para los inicuos en un infierno, hay un Dios trino o una divinidad compuesta por muchos dioses y una diosa que se llama madre de Dios o reina de los cielos. Además de esas doctrinas hay muchas leyendas y mitos que también son generales. Por ejemplo, hay leyendas que nos dicen que el hombre cayó del favor divino en un intento ilícito por alcanzar la inmortalidad, que se necesitan sacrificios para expiar el pecado, de la búsqueda de un árbol de la vida o una fuente de la juventud eterna, de diosas y semidioses que vivieron entre los humanos y produjeron prole sobrehumana, de un diluvio catastrófico que destruyó a casi toda la humanidad.

Los que creen en estos mitos y leyendas viven a gran distancia geográfica unos de otros. Sus culturas y tradiciones difieren y los distinguen. Sus costumbres sociales no están relacionadas unas con otras. Sin embargo, en el terreno religioso creen todos en ellas o en algunas de ellas. Parecería que ha existido un conjunto común de conocimientos del cual cada religión sacó sus creencias básicas, algunas más, otras menos. Al pasar el tiempo estas ideas básicas acumularon adornos, modificaciones, y de esto se desarrollaron otras enseñanzas

Todas las religiones, en su esencia, tienen parecidos conceptos básicos. Se infiere que, en principio, tienen un objetivo común: que el hombre se perfeccione hasta llegar a ser uno con la divinidad. Esta es la idea básica. Con el tiempo estos relatos experimentaron alteraciones y llegaron a ser la trama y la urdimbre de las religiones en todas partes del mundo. En otras palabras, las ideas básicas sobre el principio del hombre y de la adoración que se hallan en las diversas religiones del mundo tienen una matriz común. Las diferentes culturas y tradiciones le han ido añadiendo modificaciones –doctrinas y prácticas particulares- y de estas surgieron las diferencias. Esa esencia o matriz común -de la que toda religión es portadora- es la que la Masonería toma como integradora de unidad en la diversidad. Su la plataforma básica: el perfeccionamiento humano y social.

Por eso se puede hablar del ecumenismo masónico. La Masonería enseña que se puede alcanzar la unidad en la diversidad religiosa y en los demás aspectos de la actividad humana. Que los seres humanos formamos una sola familia unida holísticamente entre sí, con el Universo y la divinidad. Que una fuerza superior nos creó; llámese Dios, Jehová, Alá, Osiris, Brama, Zeus, Olofi, Absoluto, Creador; esos no son más que algunos –entre otros- apelativos dados por diferentes grupos humanos. En la Masonería se le denomina, de forma genérica, Gran Arquitecto del Universo. Se confía en El para que nos ilumine y hacer realidad el sueño de Juan Amos Comenius (1592-1670), pionero del Ecumenismo, cuando expresó:

Ciertamente está Europa separada de Asia, como lo está África de Asia, América de África, y los reinos y países están divididos por montañas y valles, ríos y campos. Pero una sola tierra nos sostiene y nos alimenta a todos, un solo aire nos revive y abraza, el mismo cielo nos cubre a todos, el mismo sol nos alumbra sucesivamente a todos, y nosotros todos convivimos en una misma habitación u hogar terrenal, el mismo aliento de vida a todos atraviesa. Somos todos ciudadanos de un mismo mundo: Entonces ¿Qué nos impide reunirnos en una sola comunidad y bajo las mismas leyes? Se extendieron en tiempos antiguos los hombres por el mundo, ahora, se reúnen en conjuntos cada vez mayores…. ¿qué nos impide esperar, que al fin, todos constituiremos una sola unidad, duradera, bien organizada, unida por los mismos lazos de las ciencias, las leyes, y la religión?
En efecto a todos los seres humanos es común una única e idéntica naturaleza, una sola organización de los sentidos, de la mente, de la voluntad y de todas las grandezas de los actos.


Notas:
1.     La palabra ecumenismo proviene de la palabra griega oikoumene que significa tierra habitada. Aunque también la encontramos en la Biblia significando: mundo (Hechos 11:28) o Imperio Romano (Lucas 2:1). Al mismo tiempo la raíz de la palabra oikoumene es oikos que significa casa u hogar y da origen a una serie de palabras como: oikonomos, administrador o tesorero; oikonomia de donde viene la palabra economía; oikeiros, miembro de la familia así como otras que tienen relación con el hábitat.

2.     Aunque la Masonería no es una religión, el rito tiene el mismo significado que en cualquier religión o misterio. Rito en este sentido significa sencillamente ceremonial; es el conjunto de palabras, signos gestos y símbolos que se manifiestan de manera ordenada y constante en las reuniones o tenidas masónicas. Lo mismo que en la religión católica las ceremonias pueden celebrarse según el rito romano, el rito mozárabe, los diversos ritos orientales, etc. Las diferentes organizaciones masónicas adoptan, en cada caso, el rito que han asumido al constituirse. Por eso el rito, además de su significado ceremonial, significa también una organización que adopta ese ceremonial. Lo mismo que en las Iglesias cristianas existen ceremoniales diversos según cada una de ellas –rito romano, rito oriental católico, rito griego ortodoxo, rito anglicano, rito presbiteriano, rito luterano- así en la Masonería cada una de las instituciones que en ella se agrupan – que se denominan cuerpos o obediencias masónicas- adoptan un ritual propio que debe ser común en lo fundamental para todas las logias pertenecientes a esa obediencia, pero que admite matices o diferencias de tipo regional o local, variantes aprobadas del ceremonial. El rito de la Masonería en Cuba es el Rito Escocés Antiguo y Aceptado. La Gran Logia de Cuba es parte del conjunto de Grandes Logias, conocidas como Masonería regular, reconocidas por la Gran Logia Unida de Inglaterra.

3.     Fue Carlos Marx quien puso en circulación modernamente la palabra praxis. La palabra griega praxis es más amplia y profunda que el vocablo práctica ya que connota compromiso en lugar de aceptación, actitud crítica en lugar de conformidad, concreción en lugar de abstracción y en definitiva revolución o cambio radical a partir de una mutación en la raíz del hombre o de la sociedad. Por el contrario, la actividad práctica o la práctica a secas es entendida por la conciencia ordinaria –del tipo inmediato, particular e individualista- como aceptación espontánea y repetitiva de lo cotidiano, con una dosis más o menos elevada de alienación o inmadurez por su conformismo con las pautas culturales de las clases sociales dominantes.