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miércoles, 3 de noviembre de 2021

Lección 121, Séptimo Grado, Segunda Orden

 "Somos agentes de Destrucción Cósmica"


-Sin previa destrucción no hay posible retorno-


Esta infecta e injusta Prisión no es nuestro Mundo ni él de nada ni nadie. Sólo es una mera y terca Ilusión que debemos desbaratar.


Hay muchas cosas que no esperamos escuchar y que nos callamos porque caeríamos en algún tipo de Delito por apología de la violencia; pero ya la propia Iglesia dice, desde su nacimiento, que las tres fuentes del Pecado son el Mundo, la Carne y el Diablo.


Bien, lo anterior es una mera anécdota, si entendemos que la Religión es parte del Problema; pero si hacemos caso a la Gnósis cristiana primitiva, éste Mundo no es bueno, de hecho es extremadamente perverso y nuestros cuerpos son una prisión para las almas y traer nuevas almas al Mundo, siendo conscientes de lo anterior, es más que una temeridad. Eso lo sabían muy bien los Buenos Hombres, mal llamados Cátaros.


Lo que conocemos como mal y que llevamos todos los seres humanos grabado en nuestro ADN no es más que una programación; en realidad somos bombas vivientes de destrucción más que masiva y cuyo objetivo final es acabar con el Universo, así de rotunda es la cosa, con el fin de retornar a nuestro Hogar Celeste. Mientras exista el Mundo, estaremos encadenados a él de un modo inexorable. 


Tanto la Sociopatía como la Psicopatía son desviaciones de nuestro Programa Original. No estamos aquí para exterminarnos entre nosotros ni destruir lo que nos mantiene vivos y activos, no pudiendo, entonces, cumplir con el Programa final. Esas desviaciones psíquicas no son otra cosa que vías de escape del Programa Original. 


Desde hace ya bastante tiempo sé que estamos aquí para provocar el big chrunch. No sé cuándo provocaremos eso o de qué manera, aunque podamos intuirlo, ni si nos exterminarnos antes de conseguirlo y tenga que venir una nueva especie a intentarlo; pero de lo que sí estamos seguros es de que este Infierno no se puede convertir en un Paraíso ni estamos aquí de vacaciones para disfrutar de la Vida. 


Mientras más gente haya que piense así, que esto es un Paraíso Perdido que se puede recuperar, más tardará el Arma Humana en conseguir su objetivo final, la destrucción total y definitiva del Universo y el regreso al Hogar Celeste de donde procedemos. En ese sentido, todos somos hijos simbólicos de Caín y hermanos de Judas Iscariote.


Me consta que lo que digo es algo políticamente incorrecto y reprobable por nuestro natural acondicionamiento mental; pero ya iba siendo hora de  decirlo y no permanecer más tiempo callado. La destrucción la llevamos todos, absolutamente todos, grabada en nuestros genes por dicha causa. 


Somos un Arma de destrucción total. Algunos no pueden contenerse, se salen del Programa y cometen delitos contra su misma Especie o contra el entorno que los mantiene; pero nuestro Destino Final es Destruirlo todo. Somos agentes enviados con una Programación muy clara: DESTRUCCIÓN y por ellos, nuestros padres son Shiva y Kalí.


Sin previa destrucción de lo viejo, no puede instaurarse algo nuevo. No se puede construir una Fortaleza eterna con ladrillos de barro perecedero.


Aralba Pensator Minister, Frater R+C