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domingo, 31 de octubre de 2021

Lección 85, Séptimo Grado,Segunda Orden

 Séptimo Grado, Segunda Orden "Adepto Liberado":

"¿Y si hablamos un poquito de Amor?"


-Mi regalo para ustedes en el Día de los enamorados-


El Amor según la Epístola de San Pablo


" Aunque yo hablara todas las lenguas de los hombres y de los ángeles, si no tengo amor, soy como una campana que resuena o un platillo que retiñe.


 Aunque tuviera el don de la profecía y conociera todos los misterios y toda la ciencia, aunque tuviera toda la fe, una fe capaz de trasladar montañas, si no tengo amor, no soy nada. 


 Aunque repartiera todos mis bienes para alimentar a los pobres y entregara mi cuerpo a las llamas, si no tengo amor, no me sirve para nada.


 El amor es paciente, es servicial; el amor no es envidioso, no hace alarde, no se envanece, 


no procede con bajeza, no busca su propio interés, no se irrita, no tiene en cuenta el mal recibido,


no se alegra de la injusticia, sino que se regocija con la verdad. 


El amor todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.


 El amor no pasará jamás. Las profecías acabarán, el don de lenguas terminará, la ciencia desaparecerá."


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Creemos que algo tan Universal y que lo abarca todo, es muy difícil, sino imposible de ser definido. Hasta tal punto, esto es así que nada ni nadie ha sido o es capaz de dibujar nos, con certeza, lo que es en realidad el Amor. El pasaje bíblico que encabeza este artículo, supuestamente escrito por el Apóstol Pablo, el más gnóstico de los apóstoles y el, por muchos considerado como el creador del Cristianismo, creemos que es la mejor aproximación realizada a lo que es el Amor.


El Amor es una Fuerza centrípeta, que tiende a cohesionar lo que se encuentra separado, y que es consustancial con Dios; es decir Dios es Amor y, por lo tanto, vivimos envueltos en un infinito océano de Amor.


La Fuerza del Amor se siente mucho más poderosa en el Corazón mismo de Dios, el Pleroma; pero su benigna influencia de unicidad se siente en toda su Substancia, incluso en nuestro Universo, dominado por la bipolaridad y donde existe una Fuerza, denominada como centrífuga, o separadora, y que se enfrenta permanentemente, a la Fuerza del Amor, con el fin de permitir la existencia material, el espacio y el tiempo.


Todo lo que tiende a la unicidad está repleto de amor; pero, sin embargo, todo aquello que tiende a la desunión está cargado de egoísmo e interés personal.


No, no es cierto que existan diferentes formas de amor. Existen diferentes formas de nuestra comprensión del Amor; pero Amor sólo existe uno y, como hemos dicho a, es universal y supra universal. Al final de los tiempos, la fuerza centrípeta del Amor prevalecerá sobre la fuerza centrífuga del individualismo y que mantiene a nuestro Universo en una permanente fuga hacia ningún lado, ampliando en su carrera, el Tejido del Espacio Tiempo.


Gracias al Amor, principal faceta del Pleroma Divino, todo lo que ahora se percibe como separado volverá a sentirse unido, pues la supuesta separación solo es una ilusoria percepción; dado que todo sucede, incluso nuestro Universo Isla, en el interior del Pleroma y donde su Substancia, el Éter, no deja de ser otra cosa que Amor.


Dentro de una absoluta imposibilidad, si imagináramos sacarlo todo del infinito Pleroma, incluso las partículas cuánticas mas escurridizas y diminutas, no conseguiríamos el vacío, siempre permanecería el inmortal Éter y que no es otra cosa que el Cuerpo y la esencia de Dios y eso, queridos amigos, eso es el Amor.


Luego nosotros, en nuestras casas, a nivel de calle hablamos del amor filiar, del amor carnal, del amor a nuestros mayores, del amor a nuestro terruño o del amor a la Patria y a nuestros compatriotas, el Amor a la familia o el amor a "Dios"; pero si os sentís un poco avispados, comprenderéis que al estar segmentando lo inseparable; es decir, el Amor, estamos dando paso a la fuerza centrífuga que se opone al verdadero Amor Universal, el Amor de Dios.


Todos esos mal denominados amores segmentados, por estarlo, son fruto del Egoísmo centrípeto y, por lo tanto, deberíamos hablar de apegos y nunca de Amor. Quienes aman de verdad, no solo aman a sus parejas, familia, hijos; sino que ese Amor también va dirigido a todo aquello que les rodea, las personas conocidas o desconocidas, afines y no afines, amor a los animales y a la Naturaleza, incluidas las catástrofes naturales. En definitiva, ama la vida y la Muerte como partes imprescindibles de un mismo y eterno proceso, la Vida y la manifestación de la Consciencia del Pleroma en todas las cosas, ya sean existentes o solo imaginadas.


Muchas son las personas que dicen amar a sus parejas; pero no dejan de reprocharles el que son descuidados, que no se asean adecuadamente y huelen mal, que son perezosos y que no tienen energía para sacar adelante a sus familias; pero eso sí, sus palabras están cargadas de expresiones seductoras como cariño, te amo más que a nada y a nadie en el Mundo… Todo ello, no dejan de ser palabras vacías, pues no por lo que dicen sino por lo que hacen, por sus obras, los conoceréis.


No existen dos seres humanos iguales. Todos tenemos nuestros pequeños vicios y defectos, por educación y comportamiento. Si no tenemos la necesaria paciencia para no estar reprochando, de continuo, los defectos de quienes se encuentran más cerca de nosotros; si esto no sucede, en nosotros no mora la Fuerza del Amor. Si deseamos aquello que no poseemos por encima de aquello que ya tenemos y desviamos nuestra mirada, lascivamente, hacia otra Persona, disculpadme; pero por muchas palabras lisonjeras que como cariño y amor, que inunden nuestras bocas, en realidad no amamos y estamos siendo seducidos por la diabólica fuerza centrífuga que nos intenta separar.


Nos consta que los actuales científicos nos dicen que eso del Amor de Pareja es algo químico-biológico, producto del trasiego de las hormonas y el instinto de reproducción; pero los seres humanos no solo somos seres instintivos y que nos dejamos llevar por la Fuerza de la naturaleza. También poseemos una Fuerza Divina denominada Consciencia y que es el origen de la Voluntad. Los seres humanos podemos amar a cualquiera, si nos lo proponemos y si el Amor mora, verdaderamente, en el interior de nuestros corazones.


Por favor, mis queridos amigos, reflexionen sobre esto, porque no deben dejarse llevar por la fuerza centrífuga comportándose como marionetas dirigidas por la mano invisible de los instintos. Ustedes son seres humanos conscientes, con capacidad de sortear las fuerza diabólicas de separación y decidir, por ustedes mismos, su propio destino.


Amar u Odiar, escúchenme atentamente, solo es una cuestión de Voluntad. Si ustedes están verdaderamente en sintonía con el Amor procedente del Pleroma, en forma de Gnósis, no pueden ser llevados de acá para allá por las fuerzas de separación. El Amor, el verdadero Amor, su Esencia divina no solo proporciona la necesaria paciencia sino la condescendencia necesaria para no percibir los defectos de las personas que amamos y solo sentir aquello que nos une férreamente.


El reproche hacia la otra persona, por cualquier nimia cosa que sea, es una temible grieta utilizada por la fuerza opositora del Amor, para separar, desunir y alejar el Amor de nuestras vidas. El olor corporal es algo natural en la Naturaleza; pero vivimos en un mundo artificioso rodeado de colonias, esencias y perfumes. Mientras no aceptemos el olor de los fluidos corporales de nuestros compañeros o compañeras. Mientras no seamos capaces de aceptar, que no soportar, el carácter y personalidad de aquellos allegados que nos rodean y a quienes creemos amar, nos aleja del Amor. Mientras eso no suceda, no habremos entendido, en absoluto, lo que es el Amor ni lo que significa Amar. Dejarnos llevar por nuestros instintos es cabalgar en el carruaje de la fuerza opositora al Amor. Utilizar nuestra Voluntad para combatir esos instintos primarios que nos intentan separar es agarrarnos a la Fuerza más poderosa del Universo, el Amor.


Que el Amor sea con ustedes; pero el Amor consciente, el Amor que surge de la Voluntad divina que usted posee desde antes de nacer, no de los deseos instintivos que nos emparentan con el mundo animal.


Aralba Pensator Minister, Frater R+C