Azote de conspiradores, Gurú de conspiranoicos. David Icke acaba de publicar en castellano “Hijos de Matrix” de mano de la Editorial Obelisco.
En su lectura encontramos un enorme recipiente hábilmente construido a modo de Realismo Fantástico que contiene las grandes verdades sobre la Gran Conspiración Global. Un pequeño contenido de verdades arropado por el mayor disparate literario de la Historia.
Erich Von Daniken, intentó demostrarnos en los años setenta que la tierra fue visitada en su más remoto pasado por razas extraterrestres y que además debieron de influir en el desarrollo, al menos cultural y tecnológico, de la Raza Humana. Pero ¿Qué pasó con aquellos extraterrestres que supuestamente levantaron las pirámides y Stonenhe? Para David Icke, los extraterrestres nunca se marcharon sino que se quedaron entre nosotros para gobernarnos y utilizarnos, a su antojo, como si fuésemos simple ganado.
Tras su lectura, nos ha dado la sensación de haber descubierto los libros secretos que dieran lugar a las escalofriantes historias de Lovecraft. Alguien pudiera pensar que David Icke busca rodearse de fans del fenómeno ovni o de cualquier, presunta, conspiración que surgiera al azar; pero me temo que aún siendo eso cierto y corroborado por las multitudes que asisten a sus conferencias públicas, David Icke, con su inteligencia y lucidez, trata de abrirnos los ojos a la auténtica Verdad.
Ese contenedor fantasioso e irresistiblemente increíble de su Obra, la conspiración reptiliana, le permite salir airoso y sin daño alguno de un potencial enfrentamiento con los poderes reales que gobiernan el Mundo. ¡Es un chalado al que le sigue una multitud de chalados! No es peligroso dirán los magnates del Poder que nos gobierna como si fuésemos marionetas, aunque en su enrevesada Obra entran tanto nombres reales de la Historia pasada como del presente.
Consideramos, la Obra de Icke, como una verdadera obra de arte pintada con tinta indeleble y que posteriormente ha sido ensuciada a propósito con gruesas pinceladas de pintura fácil de eliminar. Con ello, deja constancia para la posteridad de las ideas que intenta plasmar con sus palabras; pero además impide que el Poder se le eche encima y no pueda ofrecernos, de forma masiva, lo que el piensa del Hombre, de la Vida y de su Futuro, la Conspiración en suma. La mayoría de sus lectores verán una teoría conspiranoica donde entra todo, desde marcianos extraterrestres, seres dimensionales, sectas, órdenes secretas y familias nobiliarias de una antigüedad imposible. Otra parte importante, los secuaces del Sistema, observarán una Obra chusca, irrelevante, propia de un chalado y a la que no habría que ofrecerle atención alguna.
Unos pocos de nosotros, nos hemos dado cuenta del doble sentido que tiene la Obra de David Icke y hemos retirado con un paño mojado la pintura que ocultaba el Retrato Real de la Verdad. ¿Qué la Conspiración existe? No nos cabe la menor duda. ¿Qué se trata de una raza reptiliana? Ni de coña. ¿Qué son una serie de familias muy antiguas las que gobiernan el Mundo en nombre de unos Seres Dimensionales? Correcto. ¿Qué esos seres son los que nos crearon? Es posible; pero hay una cosa mucho más importante. Como en la Película Matrix, que esos Seres no dejan de ser artificiales y creados por nosotros mismos para mantenernos, desmemoriados, en esta cósmica Obra de Teatro que la Vida es.
Una buena idea el convertir a los manipuladores en seres con apariencia de reptil, no humanos como en el Film Están Vivos de Jhon Carpenter, con el último objetivo de poder eliminarlos, sin remordimientos, como si de infectas cucarachas se tratase; pero hay una cosa en la que David Icke no cae en la cuenta y es que esos seres artificiales dimensionales, que nos manipulan, no poseen una existencia real y la única forma de destruir su aparente poder es despertar y darnos cuenta que usan nuestras armas para mantenernos dormidos y que puedan seguir existiendo. Según despertemos, ellos irán dejando de existir y nosotros comprobaremos cual es nuestra verdadera y gloriosa existencia.
Aralba