domingo, 26 de octubre de 2014

Superiores Desconocidos

¿Mito o Realidad?

Como diría mi Señora Madre: Hijo ¿Por qué te metes en estos fregaos? Por amor a la Verdad; pero ¿Qué es la verdad? 

Cuando alguien cree en algo, de forma muy intensa, eso será su Verdad por muy fantástico y falso que sea en nuestro Plano de Manifestación; pero ahí está el quid de la cuestión, dado que aunque algo no sea manifiesto en nuestra Dimensión seguro que lo será en cualquier otra que desconozcamos. 

Desde luego, usando este modo de pensar mejor nos callamos porque cualquier cosa podría ser posible. Vanidad de vanidades como diría alguna Santa Escritura de los salvables monoteístas.

No, no podemos jugar a este juego. Debemos ser conscientes de que vivimos en un Plano que denominamos de la Realidad y a ese nos ceñiremos no a ningún otro; independientemente de que respetemos, como lo hacemos, los sueños, imaginaciones e incluso fantasías improbables de todos aquellos que nos rodean. Quizá, el situarnos en un punto intermedio entre los genuinamente ateos y los más fervorosos creyentes de cualquier religión, hace que recibamos los ataques de ambos frentes; pero gran cobardía, de mi parte, sería no mojarme en estos asuntos, por muy incomprobables que fuesen y eso es lo que son: Imposible de demostrar.

Quiero ponerle ante una situación no imposible aunque sí improbable. Viene a usted alguien que se denomina como Saint Germain y que es un Superior Desconocido que quiere entregarle una misión para realizar en este Mundo. A usted le podría dar un ataque de risa o saldría corriendo pensando que se encuentra ante un estafador de tomo y lomo; pero también podría, si es un poquito crédulo, solo un poquito, que se lo tomase al pie de la letra y, con posterioridad, fuese predicando a diestro y siniestro que ha conocido al Conde de Saint Germain y que le ha encomendado una misión. ¿Lo tocaste? Le preguntarán algunos. Quizá sí, quizá no; pero es igual, un Superior Desconocido se le ha presentado y le ha encomendado una misión de gran alcance para la Humanidad.

Y si yo le dijese que la persona que le ha visitado no es alguien legendario sino un hombre de carne y huesos como usted o como yo, un Iniciado Iluminati de la O.T.O. "Ordo Templi Orientis" o de la Orden Martinista cuyo nombre simbólico sea Saint Germain y ocupa el Cargo Oficial de Superior Desconocido dentro de su Orden. Ya, ya sé, lo siento mucho, que le haya chafado su ilusión de haber contactado con algún superior desconocido invisible y ascendido al Plano Astral como Maestro inefable. Usted ha contactado con alguien como usted; pero iniciado en una determinada, Institución Iniciática de este Plano de Existencia.

Oiga; pero eso ¿qué tiene que ver con los maestros ascendidos, hermanos mayores invisibles de la humanidad o los superiores desconocidos que gobiernan el Mundo?

Todo y nada, todo en tanto en cuanto es una realidad que existe el Cargo de Superior desconocido en ciertas fraternidades iniciáticas y cuyos nombres simbólicos, recuerde simbólicos, podrían recordarles a personajes de gran renombre y que existieron en el pasado. Nada, en tanto en cuanto, crea que viven en un plano celestial y a usted se le han presentado en forma física como ángeles o enviados porque ha sido elegido para servir a la Humanidad.

Pero cabe otra posibilidad más siniestra: Que usted nos esté miserablemente engañando y se lo haya inventado todo. Eso es, usted es un auténtico embustero, un mentiroso de tomo y lomo que quiere hacerme creer que es un privilegiado elegido por los ángeles para traernos algún tipo de profecía. Estamos en pleno Siglo XXI querido Amigo. ¡Ah! Que no se había enterado. Ya, ya veo que usted se leía todos los cuentos de hadas de sus hermanas. Eso es, el sentido común de posar sus pies en la tierra lo dejó hace tiempo atrás y vuela tan alto que nosotros no podemos observar lo que usted cree ver en su plano de visión.

Le recomiendo que se lea El Traje Nuevo del Emperador; digamos que aun siendo un cuento de hadas; podría denominarse como el anti cuento de hadas por antonomasia. Desde que la Sociedad Teosófica y sus posteriores filiales dejaran constancia de los maestros ascendidos, a costa de leerlo una y otra vez y de hablar con sus conocidos de terna, y decirle todos que esos supuestos maestros son reales y que incluso se comunican con ellos; a usted no le queda más remedio que creerlo a pies juntillas porque de otro modo estaría llamando embusteros a Blavatsky, Leadbeater, Annie Besant, Heindel, Alice Bailey y tantos otros mitómanos. 

Usted entonces, como no es capaz de comunicar con ellos, lo reconoce por no parecer un ignorante o un retrasado e involucionado del Mundo Oculto y lo admite aunque no los haya visto nunca y, por supuesto, jamás pueda llegar a verlos, escucharlos u olerlos por la simple cuestión de que no existen son inventados. El Traje majestuoso y bello del Emperador no existe. Está desnudito.

Tanto lleva auto sugestionándose de que los maestros ascendidos son una realidad que podría hasta ajusticiarme por lo que yo le estoy contando y que es la verdad, la única verdad porque sí, los maestros desconocidos existen, claro que existen; pero ni son seres angelicales ni mucho menos son perfectos. Son gentes de carne y huesos como usted y como yo; pero y, me dirá enfurecido, "me he puesto en contacto con ellos". 

No se lo niego, si usted penetra en el Plano Reflector de la Naturaleza, donde se encuentra su Memoria, podrá comunicar con cualquier persona del pasado o del presente, haya muerto hace mucho tiempo o siga viva en este plano, dado que todos somos uno; pero eso no quita para que usted no esté comunicando con un Ser superior o diferente de usted. Usted habla consigo mismo, querido Amigo, habla con su Ser Interno, con su Ego o Yo superior, con su Espíritu que está unido al todo y como tal todo lo conoce y sabe.

Como microcosmos que somos, somos entes cerrados y la comunicación con el exterior solo la podemos hacer mediante nosotros mismos y con nosotros mismos. Todo el Universo se encuentra dentro de nuestro microcosmos como una célula holográfica del Inmenso e infinito Cosmos. Usted puede hablar con el reflejo que usted posee del Tibetano, de Morya, Maitreya, de Jesús, vaya usted a saber cuál de los Jesuses  históricos, e incluso del Príncipe Racoczy (El famoso Conde de Saint Germain); pero también con los fundadores de escuelas que ya pasaron a otro plano existencial; pero recuerde no habla con sus personalidades directamente. 

Podrá hablar con el reflejo que usted posee, dentro de su microcosmos, de Cagliostro, Napoleón, Steiner, Julio cesar o la Reina Cleopatra. Esto es así porque, no se espante, cada microcosmos es un Universo autónomo e independiente de los demás. Agárrese los machos porque la realidad supera a la fantasía. Usted es Dios, el Arquitecto de su Universo, los elohim y ángeles y arcángeles constructores de su Universo. Ustedes son el Todo.

Por todo ello, la próxima vez que vaya a hablar sobre los superiores desconocidos o sobre los maestros ascendidos, recuerde estas humildes palabras, reflexione y no haga el ridículo ante sí mismo porque el que los demás crean que el Emperador se encuentra maravillosa y lujosamente vestido, usted, yo, el niño, aquel borracho y el loco que lo observamos sabemos que está desnudo. 

El problema es que todos sabemos que está desnudo aunque en nuestro interior quisiésemos que no fuese así y, por eso mismo, todos sabemos que estamos mintiendo aunque nos lo callemos y creamos guardarlo para nosotros mismos. La gente no está loca Señor, usted tampoco. Son unos embusteros de Libro. Eso es lo que son y mientras antes lo acepten antes saldrán de la jaula en la que voluntariamente se han encerrado y que les impide ver la Verdad con claridad.

Quizá el Superior desconocido lo tenga más cerca de lo que supone, más cerca que su propia respiración; pero es incapaz de verlo. Aprenda a amar la Verdad, luchar por la verdad y no tenga miedo de ser atacado por divulgar solo la verdad porque la Verdad nos sacará de la jaula en la que nos metimos, nos hará libres.

Aralba