domingo, 8 de septiembre de 2013

“Eres el típico listillo que busca que le partan los morros”


Bien, esta es la frase de marras que hago pública antes de que otros pudieran publicitar, tergiversando, lo sucedido en el Muro de una familiar y amiga.

Como todos ustedes conocen me llamo Antonio Ruiz, de 57 años de edad, autodidacta e hijo de personas muy humildes; pero de una honestidad y honradez intachable. Creo necesario comenzar con las circunstancias que nos han acompañado, durante la vida, con el fin de que el sufrido lector pueda entender mi exabrupto ante una situación determinada y que iremos desvelando poco a poco.

Ya, desde muy jovencito tuve que sufrir a un determinado tipo de individuos que van dándoselas de superiores a los demás y que se acercaban a sus compañeros para sacarles cualquier tipo de beneficio, fuese éste material, cromos, canicas, tebeos, etc., o psíquico, de autoestima, intentando hacer ver a los demás que ellos son los líderes que deben de ser respetados, siendo el resto algo así como vasallos.

Este tipo de personas, independientemente de su formación cultural, suelen acompañarse de una jerga útil para el debate y que siempre se ha conocido como vacile. Vamos que la mayor parte de lo que hacen los políticos con los ciudadanos es vacilarnos. Vacilar es envolverte con palabras, dando rodeos para no contestar sobre lo que se está tratando realmente y que, generalmente, termina atacando al contrario, menospreciándolo para terminar humillándolo dialécticamente. Quiero aclarar, en mi defensa, que jamás estuvimos interesado en aprender dichas tácticas de barrio y que tengo que reconocer que me inflaman de tal modo que no nos resultaría complicado, pasada dicha barrera, llegar a las manos.

Los hemos tenido que aguantar en el colegio, en el Instituto, en los trabajos por los que hemos pasado y recientemente con el individuo, que dice ser familiar mío, al que le solté la frase que titula éste artículo. Nuestro carácter apacible, humilde dicen los que nos conocen, yo no llego a tanto, ha echo que durante toda nuestra existencia hayamos estado pidiendo perdón y disculpas por las cosas de las que éramos responsable; pero también de las que no y, todo por mantener la fiesta en paz. En el presente caso, nuestra dignidad ha sido rasgada, pisoteada y avasallada por un ataque, repetido, sin  fundamento alguno respecto a lo que se venía tratando en el Post, el Tema del Fracking, y de lo que, desde hace tres años, me prometí internamente, que no volvería a consentir que se repitiera.

Hace algo más de tres años estuvimos, tras un síncope que nos llevó, de Urgencias al 12 de octubre, al borde de la muerte. Hasta ese momento, la mayor parte de mis ideas fueron ocultadas al mundo, por mí mismo, en la convicción de que nos llamarían loco o cosas peores por mantener unas tesis tan ¿poco razonables? En aquel instante, visto que pasaba semejante trance, comprendí que se me había dado una oportunidad más para romper la timidez, la vergüenza y hasta el miedo de poder convertirme en el hazme-reír de la mayoría de la gente que me conociera, incluidos los familiares y amigos.

La cuestión es que hace unos pocos días, no recuerdo bien de que se trataba y en mi propio Muro del face, entra un individuo, con nombre de arcángel y apellido de artefacto fotográfico, descalificando lo que yo estaba exponiendo. Ese individuo es el mismo al que le solté la frasecita de marras con posterioridad. Hasta qué punto le di importancia al asunto que ni recuerdo de que se trataba; pero lo que sí recuerdo que le dije que, al menos podía tener un poquito de respeto y no entrar en mi casa, en este caso mi Muro, como elefante en cacharrería, intentando cambiar lo muebles de sitio,  ofendiéndome, descalificándome. Su respuesta fue que mi Muro era un sitio abierto y que se sentía con libertad de actuar como mejor le viniese en gana, más o menos fueron las palabras que usó. 

Yo le comenté que antaño, había por costumbre, al menos en verano, dejar las puertas de las viviendas abiertas, cubiertas por unas simples cortinas o visillos y que si alguien quería entrar, por respeto, llamaba antes y daba lo mismo que fuese el vecino de al lado o un mero desconocido. Vamos, una cuestión de urbanidad de la más básica. Dado que el Individuo, posteriormente se dio a conocer como un familiar desconocido para mí, lo bloqueé para evitarme problemas y que no siguiera dando la murga. También me obligó a cerrar algunas de las facilidades del Facebook para que solo los amigos pudieran responder en mis post.

Así quedó la cosa, hasta que en un post de una Hermana se abre un debate sobre el manido Fracking. Ya sabéis esa forma novedosa de sacar combustible del subsuelo y de lo que no voy a profundizar en este artículo. Veo que esta persona está interviniendo de forma somera; pero sin aportar argumentos en contra sino tan solo descalificando los enlaces que se habían puesto en contra del fracking. 

Bien, yo busqué en Google algunos, creo, buenos artículos al respecto y los coloqué como enlace. Volvieron las descalificaciones y los insultos encubiertos de la jerga del vacile, denominándome como “De donde ha salido este Personaje, vaya fraternidad de la que hace gala” y lindezas sibilinas por el estilo. A continuación en caliente, muy, muy caliente, yo le contesto “Eres el típico listillo que va buscando que le partan los morros”.

Evidentemente, no sin falta de razón por su parte, contestó que ese era el medio que yo tenía de argumentar. Es curioso, porque él no había argumentado en ningún instante, acerca del Fracking, sino solo descalificado. Inmediatamente me di cuenta que al no ser mi Muro, estaba faltando a la Hermana propietaria del tal y eliminé la Frase. Lo siguiente fue que dijo a modo de amenaza de tinte mafioso “Anda si lo ha quitado; pero yo lo tengo rescatado y se lo mostraré a cualquiera que quiera saber como ha pasado todo” No es necesario que lo hagas porque ya le dedico varias páginas al asunto aquí y me reitero en lo dicho: “Los individuos como tú y que van de listillos, independientemente de la titulación que podáis tener, vais por el mundo buscando que alguien os parta los morros” Y te aseguro que yo no seré uno de ellos. 

En primer lugar porque si eres familiar, como parece ser, te debo amor fraternal; pero eso no quita que te diga las verdades. El problema que tenéis las personas que vais por la vida, de este modo, es que nadie os dice la verdad, o no se atreven o, por tener la fiesta en paz, os dejan que sigáis haciendo el más espantoso de los ridículos. ¿Nadie te ha contado antes la verdad? Ahora lo hago yo y mira que no sé quién eres, no me interesa. ¿Acaso un simple profano militar, agente de seguridad o político, un frater o un aprendiz de una Orden filantrópica? ¿Quizá un 90º del Rito Egipcio de Menfis o un 360º  de la más exaltada Orden de los Iluminati? Si es que me da lo mismo Amigo. Desde hace tres años, me prometí que solo diría la verdad y que no dejaría que individuo alguno, independientemente  de su condición social, se intentara poner por encima de mí avalado por un simple papel.

No me preguntes porqué, sé que eres Ingeniero, geólogo, físico o algo así. Por lo tanto, reconozco que sobre el fracking seguro que sabes bastante más que yo; pero no me vas a hacer comulgar con ruedas de molino simplemente diciendo que solo decimos tonterías sin fundamento. No me has argumentado nada de nada, ni un poquito, a pesar de tu Formación académica y eso me hace pensar que pudieras tener intereses en dicho asunto. Quizá trabajes para alguna de esas empresas de Fracking. Quizá, pudiera ser, seas un empresario de Fracking. 

Cualquiera con un poquito de sentido común sabe que sacar los minerales de la Tierra es una agresión al planeta y que como ya hemos acabado con las grandes bolsas de petróleo y gas, en lugar de invertir en energías renovables, es mejor buscar otras formas de arrancarle las riquezas a la Tierra.  Pero es igual, pues si no hubiese sido el Tema del Fracking habría sido cualquier otro con el que tú no estuviese de acuerdo, porque tú siempre tienes la razón ¿verdad? 

Los que te conocen bien, tus familiares y amigos saben que esto es así. Ellos te darán la razón de boquilla para fuera pues tienen que convivir a diario contigo. Te seguirán riendo las gracias; pero en su interior estarán conmigo en que eres insufrible y ególatra, independientemente de que en el resto de cuestiones resultes ser una persona verdaderamente fraternal que no deja de pagar en el bar a alguno de sus amigos, conocidos o desconocidos. Quizá también sea un modo sibilino de comprar algún tipo de vasallaje. Es muy común.

Sé que muchos me preguntaréis ¿De quién hablas Aralba?  Ruego me permitáis que calle el nombre, se dice el pecado pero no el pecador, y que los que se pudieran sentir aludidos no sigan bombardeándonos con la frase hecha “Es que yo soy así y no voy a cambiar” Estoy harto de esa expresión. 

Si todos fuésemos por la vida de forma prepotente y con conocimiento de causa de que estamos en posesión de la verdad, e intentamos imponerla a los demás, aquí no hay quien viva. Claro que es lo que realmente pasa en la Vida. No querido Amigo yo no seré quien te parta los morros; pero mañana podrías cruzarte con otro que tampoco va a cambiar y que es como tú y ese posiblemente si pudiera llegar a hacerlo y solo te estoy advirtiendo que cambies de actitud y fíjate si me importas, supuesto Hermano, que he ocupado un artículo de tres páginas para terminar diciéndote que te Amo.

Aralba