jueves, 21 de marzo de 2013

La Verdadera Masonería




En los últimos tiempos, mucho y diverso se ha hablado acerca de la Orden Masónica; pero en realidad, lo que se escucha, fuera de sus muros, es más mito y leyenda que realidad, cuando no, bulos y calumnias de sus más enconados enemigos.

Deberíamos empezar por lo que no es la masonería y así nos quedará la mente más libre para dar cabida a la más simple y poco novedosa verdad. La Masonería, hoy en día, no es una Fraternidad secreta y si en algún periodo de la historia lo fue, se debió a que sus miembros podían ser detenidos, torturados e incluso ejecutados.

La Masonería tampoco es un grupo de Presión Política o una herejía religiosa que pretendiera imponer algún tipo de ideología en el Mundo.  Es cierto que sus miembros, como hombres y mujeres libres, preocupados por el bien social de todos los ciudadanos, pueden estar integrados en organizaciones políticas y/o religiosas. Por suerte o por desgracia, en algunos casos, dada la actuación de dichos masones, en el legítimo uso de su libertad, la propia Institución es juzgada por lo que hacen sus miembros. Siempre ha habido masones además, en el ejército y los cuerpos de seguridad, así como en las órdenes religiosas, tales como la Compañía de Jesús, y en todos los estamentos de la vida, independientemente de su nivel social.

Si el lector ha sido capaz de eliminar de su memoria dichos prejuicios, podremos intentar entrar, primero en definir lo que es La Masonería y después en realizar algún pequeño apunte acerca de sus orígenes históricos.

Si usted como Profano, alguien que no pertenece a la Fraternidad Masónica, nos preguntara a cualquiera de los masones acerca de dicha cuestión, con mucha probabilidad recibiría contestaciones no solo diferentes, sino en muchos casos incluso contradictorias y 

¿Cómo es eso posible?

En cualquier enciclopedia o libro, serio acerca de la Masonería, podremos leer algo así como que La Masonería es una Organización filantrópica, dedicada a la caridad y al desarrollo personal, de sus miembros, mediante el ejercicio de la autodisciplina y el uso de símbolos y rituales. Bien, eso al lector ordinario poco le dirá y querría saber en qué consisten esos rituales y que significado poseen los símbolos que se trabajan en las logias o talleres. Ningún masón verdadero, si es honesto, debería proporcionarle la respuesta a esas cuestiones, dado que está sujeto a ciertas promesas o juramentos que se han venido manteniendo, de forma tradicional, durante siglos; no obstante, la mayor parte se encuentran, de forma libre, en Internet mezclada con una gran cantidad de basura y mentiras sin algún fundamento. Ese secretismo tradicional, de lo que sucede dentro de los talleres masónicos, es debido a los peligros por los que pasó la Institución en el pasado y que mencionamos en el segundo párrafo de este Artículo.

Dado que cada Hermano Masón le proporcionará una definición diferente podríamos hablar, con propiedad, que no existe una sola Masonería sino tantas masonerías como masones sobre la faz de la Tierra ha habido, hay y habrá. Esto se refleja, fehacientemente, en la cantidad de Obediencias diferentes que existe y de la amplia diversidad de ritos que se practican. Las dos grandes logias más importantes que operan dentro de nuestro país son la GLE “Gran Logia de España” que es la que más miembros tiene y en cuyos talleres no pueden trabajar ni las mujeres ni aquellos varones que se consideran ateos, dado que sus normas de funcionamiento se rigen por los denominados Landmarks “Constituciones de Anderson” que fueron establecidos en las primeras décadas del siglo XVIII. La otra Gran Institución masónica que opera sobre nuestro suelo Patrio es la, algo menos numerosa, GLSE “Gran Logia Simbólica Española” Que se autodenomina como Adogmática y Liberal, dado que aun respetando la mayor parte de los Landmarks establecidos por la Tradición, incluso anterior a las Constituciones de Anderson; sin embargo, permite el trabajo en sus talleres de las mujeres e incluso, solo en determinados ritos, a los que se consideran agnósticos y no creyentes en algún tipo de Religión. También existen obediencias femeninas como La Gran Logia Femenina de España; donde, sin embargo, el trabajo de los varones como visitantes no solo no está mal visto sino que es bienvenido.

Hablar acerca de los Ritos requeriría no ya otro Artículo sino un libro completo y probablemente sería de no pocas páginas; por lo tanto indicaremos tan solo que los Ritos que más se trabajan en las Logias masónicas, son el “Rito Escocés Antiguo y Aceptado”, el “Rito de Emulación”, el “Rito Francés Moderno” y el “Rito de York”. Otros ritos que también se trabajan, aunque con mucha menor influencia, son los denominados “Rito Escocés Rectificado”  y el conocido como Rito Egipcio o “De Menfis Mizraim”

El origen de la Masonería Operativa se remontaría no más allá del medioevo cuando se formaron las corporaciones gremiales de la construcción, como los Maestros Canteros o Carpinteros con el fin de dar forma a las Iglesias del Románico primero y de las catedrales góticas después. Es cierto que esta primera masonería operativa, que trabajaba bajo el mecenazgo Templario,  recibió la influencia de sus predecesoras que estaban constituidas por los obreros monjes benedictinos. Sí, efectivamente, el origen de la masonería es cristiano, como no podía ser de otro modo; pero también recibiría, durante su historia, la influencia de otros grupos de constructores cristianos, que no católicos, y por lo tanto considerados como herejes por la Iglesia Oficial. Ese fue el caso de los constructores Cátaros “Albigenses” en Francia y Cagots o Agots en tierras hispanas.

Tras las cruzadas católicas contra Cátaros y Templarios en los siglos XII y XIII, muchos caballeros y herejes cruzaron el Canal de la Mancha, por un lado y los Pirineos  por otro para establecerse en las Islas británicas, fundamentalmente en Escocia, España y Portugal, siendo aceptados por otras órdenes religiosas, como la de Montesa en la Península. Sobre todo, en el caso de las islas británicas, recibieron asilo  en las corporaciones masónicas operativas. Nada de extrañar, dado que gran parte de las construcciones de los maestros canteros habían sido patrocinadas por el ya extinto Temple o Pobres Caballeros de Cristo.

Con la Crisis generada durante la época de la Reforma protestante, las corporaciones gremiales de los masones pierden su sentido, al dejar de construirse las catedrales góticas, y van desapareciendo, en unos casos, y transformándose en agrupaciones de ayuda mutua donde se empezó a aceptar como miembros a gentes que nada tenían que ver con el Gremio de la Construcción. A estos nuevos miembros, generalmente burgueses y nobles se los empezó a conocer como Masones aceptados y la Masonería Operativa, perdida su función original, se transformaría en lo que hoy se conoce como Masonería Especulativa.

También es cierto, que dentro del Trabajo masónico siempre se primó el mejor hacer que la orientación religiosa de sus miembros y por lo tanto, la masonería especulativa heredó de su antecesora Operativa ese espíritu, más que sincrético, ecuménico; donde cualquier hombre de bien, libre y de buenas costumbres tenía acceso independientemente del nombre con que denominase al Dios en que cada uno creyese. Es por esto que en la mayor parte de las logias masónicas es imprescindible creer en el Gran Arquitecto del Universo, aunque solo fuese como un Principio creador inteligente y en la supervivencia del Alma humana tras de la muerte.

Los símbolos que existen dentro de los talleres o logias masónicas, son de libre interpretación y no se pretende inculcar cualquier tipo de dogma en la mente de los trabajadores “masones”. Cada Hermano Masón recibe con total libertad esos símbolos y son interpretados por su Ser Interno, proporcionando información importante y exclusiva para cada individuo en particular. Por lo tanto, considerar a la Fraternidad Masónica como algún tipo de Secta Filosófica o Religiosa está muy alejado de la realidad.

La masonería, por otro lado, tiene terminantemente prohibido cualquier tipo de proselitismo. De hecho, es harto difícil y complicado entrar en una Logia masónica, dado que quien se siente movido a entrar en la Augusta Orden debe de estar apadrinado por algún hermano masón y pasar un tiempo de espera más o menos largo con ciertas pruebas que aquí no viene al caso explicar. Sin embargo la salida de la masonería, al contrario que sucede en muchas de las conocidas como sectas, es tan simple y fácil como solicitar la baja.

Para terminar, tras conocer algo de su historia, desmentir las falsas ideas sobre la Masonería y explicar lo que es la Masonería, solo nos queda indicar cuáles son sus objetivos como Institución Universal.

Una Sola Palabra: La Educación.

La Masonería es una Escuela de Personas, hombres y mujeres en muchos casos.

Una Escuela donde inculcar a sus miembros las consignas de Libertad, Igualdad y Fraternidad.

Una Escuela que muestra a sus alumnos, a los verdaderos enemigos del Hombre y de la Mujer: La Ignorancia, el Fanatismo y la Ambición desmedida.

Toda esta Enseñanza está impresa en los símbolos y en los rituales y cada ser interno, de cada masón recoge su particular y única interpretación. La Masonería no es ninguna Institución en la que dentro de sus paredes se juega a la conspiración. De hecho, en los talleres está terminantemente prohibido hablar de política o de religión. Ahora bien, los masones una vez instruidos, por su maestro interno, y madurados convenientemente, como individuos, siguen siendo libres de salir ahí fuera para cambiar el Mundo.

El único pecado, si así se lo puede denominar, que se le puede adjudicar a la Institución masónica, es el intentar con tozudez cambiar a los hombres y mujeres con el fin de que, usando como base su buen fondo, convertirlos aún en mejores personas, más honrados, más honestos y más implicados en la sociedad que los rodea.

Aralba